El bohemio sigue en una gran racha y no les pierde pisada a los líderes del torneo. Está segundo, junto a Liverpool, y mantiene una gran base que lo hace crecer en cada partido. Algunos nombres han cambiado, pero el sistema táctico que propone Gastón Machado sigue siendo el mismo al que los del Prado nos han acostumbrado en estos últimos torneos. Wanderers ayer le ganó 2-1 a Sud América en el Parque Viera, y lo hizo con justicia, pero le costó muchísimo adaptarse a enfrentar a un rival con un sistema de juego similar al suyo, como el conjunto buzón. Si bien el gol tempranero del volante Santiago Martínez, que definió notable después de una buena asistencia del Chapita Sergio Blanco, ayudó en lo anímico y equilibró el juego en su favor, fue más el nerviosismo que primó en el juego de los locales que las exactitudes en su ritmo. Pero ese gol vino como anillo al dedo. El definido 4-2-3-1 propuesto por los locales dejó un buen sabor en el primer tiempo, con los tres volantes ofensivos aplicando un correcto pressing sobre la salida de la IASA. Adrián Colombino y Santiago Martínez, dos tractores, se pararon por delante de los zagueros y colaboraron en ataque cuando su equipo lo necesitó. La exactitud en el juego del Chapa Blanco también rindió con pelotas que parecían perdidas y que el goleador histórico de los del Prado recuperó. Por el lado de Sud América, que tuvo el debut en la dirección técnica del español José Emilio Galiana -dirigió desde la tribuna y en el campo estaba Gabriel Marzoa-, el ritmo del juego fue bastante vertiginoso y la marca fue el aspecto clave en el sistema planteado. Un 4-1-4-1, con Christian Britos por delante de los zagueros y con Gastón Colman como único punta, fue el sistema empleado por el equipo naranja, basado casi siempre en la movilidad y tenencia del volante ofensivo Federico Gallego.
El complemento fue lo mejor de la tarde. De arranque la tuvo el lateral naranja Christian Paiva, pero lo tapó Leonardo Burián. Pero la alegría de los visitantes vino unos minutos después, cuando Gonzalo Vega le tiró un precioso centro a Gallego, que puso el empate con un divino cocazo. Entonces apareció el mejor juego buzón, que encontró grandes oportunidades, con Colman haciendo el trabajo sucio en el área y con Yantorno y Barboza colaborando en el ataque.
Cuando el juego se iba, en una de las últimas, cayó el gol bohemio, para el delirio de sus hinchas. Luego de un tiro de esquina y una peinada, cuando la pelota seguía su curso apareció el Mago Santos para empujarla y poner el 2-1 desde el área chica. La polémica se instauró al final, en el arco de enfrente, cuando le anularon un gol a la IASA por una supuesta falta en ataque. Así, con el clima caliente, se terminó la tarde en el Viera.