Peñarol volvió a ganar en el Campeonato Uruguayo. Esta vez fue de manera contundente, 4-1 sobre Sud América, el sábado en el Parque Federico Omar Saroldi, a puertas cerradas debido a la medida cautelar que la Comisión Disciplinaria de la Asociación Uruguaya de Fútbol aplicó a los carboneros.
El del sábado fue el tercer partido de Fernando Curutchet como entrenador de Peñarol. El helvético consiguió dos triunfos, ante Villa Española y Sud América, y va perdiendo con Rampla Juniors 1-0 un partido que aún no terminó -en el correr de esta semana se sabrá si le adjudicarán los puntos a los picapiedras o si se juega el pico de 45 minutos-. Hasta ahora los números del director técnico interino son buenos, y parece que se abrió la canilla de goles. Junior Arias hizo el gol del empate el sábado, Nicolás Albarracín puso al equipo arriba en el marcador, y luego Diego Rossi y Nicolás Dibble marcaron los otros dos goles que construyeron la goleada aurinegra. La tarde había arrancado mal para los carboneros por el golazo que abrió el marcador, el de Gonzalo Camargo, el lateral izquierdo de la IASA. El equipo buzón contó por primera vez en la cancha con el activo entrenador español José Emilio Riquelme Galiana, quien no paró de gritar.
El partido tuvo dos tiempos bien diferentes. En el primero, durante 20 minutos el dominio fue de los buzones de Villa Muñoz, que con la subida de Camargo y los errores defensivos de Peñarol, que se repitieron durante todo el partido, se pusieron en ventaja a los 16 minutos. En adelante el cachetazo del gol pareció haber despertado a los aurinegros, que en muchísimas oportunidades llegaron al área de Sud América, que se dedicó a tirar el achique y dejar en posición adelantada a Miguel Murillo en cuatro ocasiones.
El partido les salía bárbaro a los naranjitas, hasta que Peñarol encontró la llave para abrir esa defensa inteligente y dejó la grifa en el score. Primero Arias, que definió muy bien entre el arquero venezolano Alan Baroja y el palo; después Albarracín, que entró muy bien y cabeceó solo; después Rossi, que volvió a demostrar que los pibes de la cantera necesitan jugar y cumplen; y, por último, Dibble, que vino desde el banco y definió bárbaro sobre el final del match.
En la próxima fecha Peñarol será visitante de Racing en el estadio Centenario. Después recibirá a Cerro en la antesala del clásico, el principal objetivo que tiene el equipo comandado por Curutchet. Sud América, de irregular campaña, viajará el fin de semana hasta el Capurro para enfrentar a Fénix.