“Por un profesional digno”. Esa es la frase que acompaña el logo y el nombre de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales en su página web. Como todo eslogan, sirve para publicitar una idea. Para repetir y repetir y machacar e introducirse en el imaginario de los receptores con el propósito de depositar en ellos un propósito. Pero además, entre lo dicho y lo no dicho, hay un axioma ineludible: la imposibilidad de no comunicar. ¿Más claro? La no-conducta no existe. Entonces, por más frases y eslóganes compradores, lo que realmente sustenta el poder de ellos mismos está en su interior, en la esencia, en demostrarlo en los hechos y en la comprobación. Profesional digno, sí, pero en todo orden.
La Mutual de Futbolistas está dividida y en estado crítico. Los últimos hechos, cuando parecía que las posturas entre la directiva y sus asociados parecían acercarse, agrandaron la brecha y tensionaron aun más la situación. El primero de los nuevos detonantes fue un comunicado público que la directiva de la Mutual, en el uso de sus potestades, decidió publicar en la página web de Tenfield y no en su sitio oficial. Fue fuego en la pradera. Además, como si esto fuera poco -y para superar cualquier nivel de asombro-, se dio otra instancia casi en simultáneo: la Mutual firmó junto a Tenfield, el viernes 2, la rescisión del contrato por los derechos de imagen de los jugadores. Pero eso no sólo no se comunicó a sus afiliados, sino que en la asamblea realizada el martes, ante la pregunta de los futbolistas de si había algo firmado, sin sospechar que lo hubiese, la directiva de la Mutual afirmó que no, que de ninguna manera. “Sucedió tal cual. Así. Incluso nos llegamos a preguntar ayer entre nosotros si lo habíamos hecho. No podemos creer que le hayan mentido en la cara a 400 personas”, dijo el futbolista Agustín Lucas a la diaria.
Sobran palabras para graficar este hecho reprobable entre una directiva y sus agremiados. Lo curioso es que, sin saberlo, pero con visión a futuro, en esa misma asamblea los jugadores aprobaron en forma rotunda rescindir el contrato de derechos de imagen que hasta el momento tenía Tenfield, además de quitarle la confianza a la directiva de la Mutual.
Táctica y estrategia
El desencadenante de todo esto fue la renuncia de Fabián Pumar, hasta ayer secretario general de la Mutual. Y el efecto puede ser dominó: al cierre de esta edición se aguardaba la renuncia de Javier Benia, vicepresidente, y de Adrián Berbia, uno de los vocales. Ante esto, la posición de los agremiados es esperar. “Todo se viene moviendo solo. Si la Mutual saca un comunicado oficial en la página de Tenfield, está todo dicho. No es necesario agregar ni decir nada. Según se den las cosas vamos a ver hacia dónde nos movemos. Si quedáramos sin directiva, los 15 socios más viejos tomarían el control administrativo del gremio hasta que se llame a nuevas elecciones en 60 días. Eso es lo legalmente correcto. Otra cosa que podemos hacer es pedir las renuncias [a todos los integrantes de la directiva; 18 en total, sumando titulares con suplentes], que ellos acepten y, a partir de ahí, proceder. Cautelosos, ordenados. Con transparencia y verdad”, aseguró Lucas.
Es necesario recordar que la actual directiva de la Mutual fue electa en agosto, cuando sólo 70 agremiados se dirigieron a las urnas para votar la única lista que se presentó. Pocas personas, está claro, pero suficientes para legitimar en una elección que no tiene carácter obligatorio. La autocrítica está puesta ahí. Para Lucas, “la postura es no ser antidemocráticos. No ir a dar el golpe, porque la responsabilidad es nuestra. No fuimos a votar cuando tuvimos que ir, no hicimos uso de nuestra democracia ni siquiera para votar en blanco, y no presentamos una lista. Ahora lo vemos de otra forma”.
Las ideas a futuro son varias. Según otras fuentes que consultó la diaria, se plantea formar un grupo de trabajo entre varios futbolistas y ex futbolistas. Ver quiénes están y qué función están dispuestos a asumir. Si ese núcleo de trabajo será una posible futura lista para el caso de que haya nuevas elecciones, no se sabe aún. Pero si tiene que ser, será. Ayer corrió la noticia de que los afiliados a la Mutual considerarían armar otro gremio. Agustín Lucas confirmó a la diaria dicha versión, pero a la vez que comentó que tal vez esa sea “la medida más extrema a tomar”. El zaguero afirmó: “Para mí, hay que respetar a la Mutual que tenemos desde hace 70 años, que fundó Obdulio Varela y desde donde se lograron un montón de cosas. La opción de armar otra mutual si no renuncia toda la directiva actual, no sin antes desafiliarse todos, la manejamos. Tenemos buen asesoramiento, pero hay que ser prudentes”, dijo el ex jugador de Miramar Misiones y Liverpool, entre otros.
Esa forma de mostrarse
Si, como dice el tango, 20 años no es nada, hace 22 que Francisco Casal, primero, y Tenfield, luego, hacen uso de los derechos de imagen de los futbolistas uruguayos que juegan en el ámbito local y en la selección celeste. Y no sólo eso, sino que hubo ratificaciones en 1998, 2009 y 2014. Hace un par de días, con una nota institucional rimbombante y con cierto tono condescendiente, Tenfield aseguraba que abandonaría el usufructo de los derechos de imagen “por voluntad propia” y porque “la verdad es la realidad”.
Puede que la verdad sea la realidad, pero hay matices. Varias fuentes confirmaron a la diaria que el martes, en el marco de la asamblea anual que se desarrolló ese día, hubo jugadores presentes que nada tenían que ver con el hecho. O sea, infiltrados que asistieron sin ser representantes de ningún club. Esto debe saberse, porque estas personas esperaron el final de la reunión para increparlos por decidir cosas contrarias a las establecidas. Por la práctica con la que se manejaron, usted sabrá discernir a quiénes responden.
El presente es grave y el futuro debe atenderse. Con los derechos de imagen en su poder y la rescisión del contrato con la empresa que los usufructuaba -de mala forma, en una situación de mecenazgos, sugiriendo a cada instancia que lo hacían “en forma solidaria”, como si no estuvieran explotando nada-, la Mutual deberá repensarse. Sí, por un profesional más digno. Mucho más digno.
Digno: que es merecedor de la cosa que se expresa.