“Hemos consensuado una declaración conjunta con medidas encaminadas a relanzar el proceso político para poner fin al conflicto sirio”, dijo el canciller ruso, Serguei Lavrov, después de la reunión que mantuvo con sus pares de Turquía e Irán en Moscú. En otro lugar de la capital de Rusia, el ministro de Defensa de ese país, Serguei Shoigu, mantenía una reunión similar. Al final de la jornada, Lavrov leyó una declaración que establecía que “Irán, Rusia y Turquía están dispuestos a facilitar la redacción de un acuerdo, que ya está siendo negociado, entre el gobierno sirio y la oposición, y convertirse en sus garantes”. Agregaba: “Los ministros están de acuerdo en la importancia de extender el alto el fuego y del libre acceso de los civiles a ayuda humanitaria y a moverse por el territorio sirio”. Lavrov explicó que la declaración se redactó tomando como base el “respeto a la soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de Siria”.

El canciller ruso dijo además que los tres países invitaron a “otras naciones con influencia en la situación en el terreno a hacer lo mismo”. En esa lista de invitados brilló por su ausencia Estados Unidos, un país con el que Rusia “perdió la paciencia” por desarrollar lo que Lavrov consideró “negociaciones infructuosas y sin sentido” en torno a Siria. La semana pasada, el canciller ruso calificó esas conversaciones de “improductivas”. Ayer, aseguró que el formato trilateral es el más eficaz para poner fin al conflicto sirio y lamentó que Washington no confirmara con hechos su voluntad de encontrar una salida a la crisis. Según la agencia rusa TASS, Shoigu dijo que todos los intentos de ponerse de acuerdo sobre acciones conjuntas con Estados Unidos y sus socios habían estado condenados al fracaso, porque ninguno “tenía influencia real en la situación en el terreno”.

En el acuerdo firmado en Moscú, los tres países también establecen que combatirán juntos al grupo yihadista Estado Islámico (EI) y al Frente al Nusra (que estuvo vinculado con Al Qaeda), facciones que en el texto están bien diferenciadas de la oposición armada siria. El pacto se alcanzó un día después de que el embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, fuera asesinado en Ankara por un joven policía turco que al momento de disparar dijo que buscaba vengarse por los ataques en la ciudad de Alepo. El gobierno ruso aseguró ayer que el incidente no afectará los esfuerzos diplomáticos para lograr la solución del conflicto sirio.

El canciller turco, Mevlüt Cavusoglu, dijo, por otro lado, que en la reunión se abordó además la posibilidad de garantizar la evacuación completa de Alepo y de extender el alto el fuego al resto de Siria. “Ahora está concluyendo la evacuación [en Alepo]. Esperamos que sea cuestión de uno o dos días, como máximo”, dijo Lavrov sobre este punto.

En tanto, el gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, autorizó a la Organización de las Naciones Unidas a enviar a otras 20 personas al equipo internacional que trabaja en Alepo para supervisar la evacuación de miles de personas, dijo ayer Jens Laerke, portavoz de la organización para los asuntos humanitarios. “Esto casi triplicará la cantidad de personal internacional actualmente desplegado en Alepo”, dijo Laerke en una conferencia de prensa en Ginebra. “La tarea es supervisar y observar las evacuaciones”, explicó. Desde el jueves, cerca de 25.000 personas fueron evacuadas de esta ciudad, informó ayer el Comité Internacional de la Cruz Roja.