Doce personas murieron y 50 sufrieron heridas cuando un camión irrumpió en un mercado dedicado a la Navidad en Berlín y atropelló a una multitud. El camión ingresó al mercado de Breitscheidplatz, de difícil acceso para los vehículos, subió a la vereda y continuó hasta chocar contra un árbol de Navidad que estaba en el centro del lugar. Recorrió unos 80 metros, a unos 65 kilómetros por hora, en una zona llena de gente, según dijeron testigos a medios de comunicación. El conductor del camión se escapó pero fue detenido minutos después. En cambio el copiloto murió, por razones que no se habían informado al cierre de esta edición.

Las motivaciones del conductor tampoco estaban claras, según informaron distintas autoridades a medios de comunicación, aunque se trabajaba principalmente con la hipótesis de que se trató de un atentado terrorista. Anoche no se había revelado la identidad del conductor.

El camión está matriculado en Polonia y es propiedad de una empresa de transporte de ese país. Su dueño dijo a periodistas de distintos medios que su primo conducía el vehículo y que desde hacía varias horas nadie podía comunicarse con él, por lo cual temía que el camión hubiera sido secuestrado.

Lo ocurrido ayer en Berlín recuerda el ataque de julio en Niza, cuando un camión atropelló a cientos de personas y mató a 86 de ellas en el Día de la Bastilla, un ataque que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.

Distintos integrantes del gobierno alemán lamentaron lo sucedido, transmitieron sus condolencias a los familiares de las víctimas y pidieron a la población que mantuviera la calma. El portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert, tuiteó: “Estamos de luto por los muertos y esperamos que se pueda ayudar a los numerosos heridos”.