No sin contratiempos previos, el plantel de Malvín ya está en camino a la localidad de Bauru, situada en el estado de San Pablo, Brasil, donde a partir del viernes afrontará el grupo semifinal de la Liga de las Américas.
En los días previos a la partida del equipo que dirige Pablo López sonaron las alarmas, porque los jugadores del playero Samuel Hoskin y Kennedy Winston no contaban con las visas para ingresar a territorio brasileño, requisito que deben cumplir los ciudadanos estadounidenses. Ayer de la tarde, finalmente, el tema se solucionó y los jugadores viajaron junto con el grupo. Según confirmó a la diaria Horacio Chato Martínez, asistente técnico de Malvín, para solucionar el tema fueron necesarias gestiones con el consulado brasileño en Uruguay. “Ni bien nos enteramos de que la sede sería en Baurú, empezamos a hacer los trámites, pero los tiempos no daban. El curso normal hubiera sido que las visas estuvieran para la semana que viene, porque hay que mandar los pasaportes para Brasil, pero por suerte se arregló y conseguimos que los entregaran antes”, sostuvo Martínez, quien agregó que ante el caso de que no pudieran viajar manejaron la idea de no presentarse, porque no les convenía deportivamente.
El tema también fue una limitación a la hora de elegir la tercera pieza extranjera. De ahí que Malvín contratara para las semifinales al brasileño Lucas Tischer, con lo que evitó hacer gestiones con otro jugador estadounidense, con quien, por el tema del tiempo, probablemente no hubieran llegado a buen puerto.
Salieron
En las primeras horas de esta mañana, la delegación de Malvín partió desde Carrasco hacia el Aeropuerto Internacional de Guarulhos, en San Pablo. Luego de llegar a la capital paulista, aproximadamente a media mañana, la delegación comenzaría su viaje hacia Bauru. Si bien la distancia entre San Pablo y Bauru no es mucha, 360 kilómetros, Martínez estipuló que demorarían en llegar entre cuatro y cinco horas, debido al enorme tránsito entre esas dos ciudades. “Ya sabemos, por la experiencia anterior, que por momentos vas muy lento”, aseguró Martínez.
El asistente técnico manifestó a la diaria que lo que queda de la semana hasta el inicio del torneo, el viernes, será de preparación para el plano internacional, pero sin descuidar la vuelta a la Liga Uruguaya. “La expectativa es ir a clasificar. Sabemos que en las semifinales de Liga de las Américas no hay rivales fáciles, pero nosotros en los últimos años hemos demostrado estar a la altura, y hay que competir. Tenemos las mismas chances de clasificar que los demás equipos. Pero tampoco hay que descuidar el regreso, porque a la vuelta tenemos el arranque del play off con Goes. Por eso, lo que se hará allá también tenemos pensado hacerlo a la vuelta acá”, comentó el asistente. Malvín jugará en el debut ante los locales de Bauru el viernes a segunda hora (20.00); el sábado se enfrentará a Quimsa, de Argentina; el domingo cerrará su participación jugando con los brasileños de Mogi das Cruzes. Los dos primeros del grupo accederán al cuadrangular final en el que estará en juego el título.
Malvín llegará bien a este nuevo desafío internacional: tras quedar eliminados del Súper 4 local, el playero pudo entrenar durante casi una semana y media en dobles turnos, y además tiene a todos sus jugadores a la orden.