Kurdistán, el país tal como lo conciben los kurdos, no existió nunca. Cuando terminó la Primera Guerra Mundial, un tratado que se firmó en 1923 ubicó a Kurdistán entre Turquía, Siria, Irán, Irak y la Unión Soviética, sin fronteras concretas. Lo más parecido a una nación kurda es el Kurdistán iraquí, una región autónoma cuya población no es árabe ni habla ese idioma y, sobre todo, no se reconoce iraquí. Para el presidente Barzani, ya es momento de que el pueblo kurdo celebre un referéndum de autodeterminación y se independice de Irak. Por medio de un comunicado publicado ayer, el mandatario insistió en llevar a cabo una consulta popular, “una expresión de la opinión del pueblo kurdo”, para que su liderazgo político lleve a cabo la “voluntad” de independizarse “en el lugar y el tiempo adecuados”.

Sin embargo, Barzani aclaró que si en ese referéndum gana la opción de la independencia, eso “no significa la declaración de un Estado kurdo inmediatamente después de su resultado”. “Nadie puede impedir al pueblo del Kurdistán expresar su autodeterminación. Como Escocia, Cataluña y Quebec tenían derecho, Kurdistán también lo tiene, es indiscutible”, dijo, haciendo referencia a otras regiones autónomas en las que hay movimientos independentistas. “La existencia del pueblo kurdo en Medio Oriente es una realidad, y los kurdos pueden, como otras naciones, conseguir sus derechos y beneficiarse de ellos: son derechos naturales y dados por Dios, y no se pueden negar bajo ninguna excusa”, agregó.

Siguiendo en esa línea de “conseguir” los derechos, Barzani instó a los kurdos a involucrarse en el proceso y a luchar por la autodeterminación: “Si los kurdos esperan a que otros les den la independencia como regalo, nunca la conseguirán: el derecho está aquí, tienen que buscarlo y cumplirlo”, aseguró. Barzani también criticó la división de fronteras que se hizo después de la Primera Guerra Mundial: “Está claro para todos que esta región, y el Kurdistán en particular, se dividieron sin tener en cuenta la voluntad de la gente nativa”, lo cual ha llevado, opinó, “a 100 años de problemas, guerra, negación e inestabilidad”. Específicamente, se refirió a los “errores cometidos” por “algunas personas” que “no están dispuestas a reconocer su fracaso”.

Además, Barzani disparó contra “las declaraciones de algunos países de la región que hablan en contra de la celebración del referéndum” y acusó a los gobiernos de hacer injerencia, sin precisar a qué países o gobiernos se refería.

Planes frustrados

El reclamo del Kurdistán iraquí por la independencia no es nuevo, de hecho estaba previsto un referéndum en 2014, pero fue aplazado por el avance de EI en el norte de Irak, principalmente en la ciudad de Mosul -que tiene zonas aún controladas por los jihadistas- y otras localidades próximas.

Mosul volvió a estar en el centro de atención a principios de enero, cuando las fuerzas de seguridad iraquíes y las kurdas -conocidas como peshmerga-, con ayuda de la coalición internacional contra EI liderada por Estados Unidos, bombardearon el banco Al Zohur de esa ciudad, donde EI guardaba su dinero -en efectivo- desde 2014. El martes, las fuerzas iraquíes, con apoyo de las milicias kurdas y la coalición internacional, le arrebataron a EI la localidad de Kermerdi, al sur de Mosul. En los enfrentamientos cinco jihadistas murieron y 20 resultaron heridos, según informó la agencia de noticias Efe. Ayer las tropas iraquíes empezaron una campaña militar similar para tomar el control de las localidades de Al Siyariya, Hasiba y Yuiba, situadas al este de la ciudad de Ramadi, en el oeste del país. Al menos 12 jihadistas murieron en esta operación, que continuará hasta lograr la liberación de las tres zonas, según indicaron a Efe fuentes de seguridad de la provincia de Al Anbar.