La campaña del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha llevado adelante varios cambios; entre estos, el millonario ha moderado su posición sobre los inmigrantes indocumentados, cuya expulsión del país era un punto tan mediático como perjudicial para sus aspiraciones electorales.

Luego de reunirse ayer con líderes hispanos en Nueva York, el mismo Trump que antes había afirmado que quienes venían desde México eran violadores y narcotraficantes, anunció que el jueves presentará un plan para solucionar la situación migratoria. Al finalizar la reunión, los integrantes del recién creado Consejo Nacional Hispano de Asesoramiento del candidato dijeron a medios estadounidenses que Trump les pidió ideas para superar el problema de los 11 millones de indocumentados que se estima que viven en el país. Con la reunión, la campaña busca mejorar la débil posición del magnate entre los votantes latinos, entre los cuales se encuentra 60 puntos por debajo de su rival, Hillary Clinton, según las encuestas.

Los asistentes al encuentro señalaron que el empresario, que hizo de sus propuestas de levantar un muro en la frontera con México y deportar a todos los indocumentados uno de los puntos fuertes de su campaña, se mostró receptivo a sus planteamientos sobre la inmigración. Sin embargo, el aspirante presidencial republicano aclaró que no ha cambiado de opinión sobre el tema, aunque entiende que debe presentar una solución más “justa”. En declaraciones a la cadena Fox, Trump dijo: “Tenemos que ser muy firmes, muy fuertes, con las personas que vienen ilegalmente”.

La nueva jefa de campaña de Trump, Kellyanne Conway, dijo a su vez que los planes para la deportación masiva de millones de indocumentados serán desarrollados “en las próximas semanas”.