A manos de Blooming de Bolivia, luego de la definición por penales, Plaza Colonia, que ganó el partido 1-0 con gol del argentino Jonás Ale, no pudo avanzar a la segunda ronda de la Copa Sudamericana. Mientras que los bolivianos estuvieron más acertados y no erraron ninguno de los cuatro penales que ejecutaron, los colonienses fuera la contracara: a Mariano Bogliacino se lo atajó el arquero Hugo Suárez, Matías Caseras estrelló su tiro en el travesaño, y cuando Gabriel Leyes convirtió ya fue tarde. Blooming jugará en la segunda fase contra Junior de Barranquilla. En el primer partido será local, y la definición tendrá lugar en tierra colombiana. En Junior ataja el uruguayo Sebastián Viera, quien convirtió un golazo de tiro libre para la clasificación de su equipo a la segunda fase del torneo.
Fue una pena lo que pasó anoche en el Suppici, poblado por los hinchas de Plaza y por muchos otros colonienses que fueron a alentar la histórica chance de su hijo pródigo en el fútbol internacional. Jugó mejor Plaza desde el inicio: fue el que propuso el fútbol en campo rival y el que tuvo las mejores chances de gol (por no decir las únicas, si no contáramos un par de tiros del conjunto boliviano desde lejos, que no representaron peligro alguno, ambos en el primer tiempo). El mérito de Blooming fue saber aguantar. Jugó con un hombre de menos desde el minuto 60, tras la expulsión del brasileño Ricardo Duarte, pero además le echaron a Marcelo Vidal y aguantó los últimos 15 minutos con nueve jugadores. En la definición, donde mandan los aciertos, la certeza y el pasaje de ronda se fueron a Bolivia.
Fueron un calco los dos tiempos del duelo en el Suppici: los patas blancas estaban parados en campo boliviano, con buena movilidad de pelota y de hombres en el medio de la cancha, producto de la buena labor de Matías Caseras, que tanto corta como elabora juego, y del juvenil Facundo Waller, incisivo por la izquierda. Además, Plaza logró tener buena profundidad por los laterales; Alejandro Villoldo y Baltasar Silva se soltaron cada vez que pudieron por sus respectivas bandas, y jugaron casi como volantes por afuera.
Lo que le faltó a Plaza fue peso en el área, tal vez porque el último pase nunca entró con aire. Luego de ponerse en ventaja a los 50 minutos con el gol del platense Alé, el equipo de Colonia manejó bien la pelota, pero le faltó profundidad en el toque final. Sin poder entrar, apeló a los centros para vulnerar la defensa de Blooming. Cristian Kily González tuvo una chance clarísima a los 63 minutos, pero la pelota lo sorprendió luego de que ningún defensa boliviano la sacara, y definió rápido y mal.
Sobre el final del partido Leonel Rocco, entrenador de los patas blancas, hizo la lógica: mandó cambios para poblar el ataque. Formó un 3-4-3 y tiró al equipo con todo arriba. Leyes contó con una buena oportunidad dentro del área, pero el ex delantero de Peñarol no logró darle dirección al tiro desde una posición más que favorable. Lo de Blooming también fue lógico, teniendo en cuenta su inferioridad numérica, se puso a defender la desventaja que le permitía ir a los penales, aunque también es cierto que cortó demasiado el juego con faltas, no siempre sancionadas por el árbitro peruano Víctor Carrillo. Pero, al fin y al cabo, la apuesta le salió bien; con certeza de gol desde los 11 pasos, el método justificó el fin.