El segundo y último día de conversaciones en la capital kazaja para buscar una resolución al conflicto en Siria terminó con el lanzamiento de un comunicado final que establece un sistema para “observar y asegurar el pleno cumplimiento del alto el fuego, prevenir cualquier provocación y determinar todas las modalidades” del cese de las hostilidades, que rige de manera inestable desde el 30 de diciembre.

El mecanismo estará supervisado por Irán, Rusia y Turquía, según informó luego de finalizada la reunión el canciller del país anfitrión, Kairat Abdrajmanov. “Se tomó la decisión de crear un mecanismo trilateral que supervisará el pleno cumplimiento del régimen de alto el fuego y la ausencia de provocaciones”, especificó. En el conflicto sirio Turquía se ha posicionado a favor de la oposición rebelde mientras Rusia e Irán han apoyado al gobierno de Bashar al Assad.

Abdrajmanov agregó que rusos, turcos e iraníes se comprometieron a combatir juntos al grupo yihadista Estado Islámico y al Frente Al Nusra, además de proseguir sus esfuerzos para separar a la oposición armada siria de los grupos terroristas que operan en el país árabe. “Estamos convencidos de que este asunto no tiene solución militar y que sólo puede ser resuelto por medio de un proceso político sobre la base de las resoluciones” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), afirma el documento firmado por los tres países. A la vez, los tres apoyaron la nueva ronda de conversaciones entre el gobierno sirio y la oposición prevista para el 8 de febrero en Ginebra, que contará con el auspicio de la ONU.

En la conferencia también habló el jefe de la delegación gubernamental, Bashar al Yafari, quien dijo que en los dos días de negociaciones las partes involucradas “lograron resultados concretos” en cuanto a “encontrar vías de normalización, avanzar hacia la paz y encontrar un mecanismo para establecer la tregua”. Además, dijo estar “seguro” de que el mecanismo trilateral funcionará. Por otro lado, Al Yafari aseguró que el Ejército sirio seguirá sus operaciones en el valle del río Barada “mientras los terroristas sigan impidiendo la llegada de agua a Damasco”. Si bien la oposición califica esta ofensiva de una violación al cese de fuego, el gobierno argumenta que no lo es, ya que los combatientes que operan en esa región pertenecen al Frente Al Nusra, que es considerado terrorista y no forma parte de la tregua.

En tanto, el jefe negociador de la oposición, Mohamad Alush, manifestó sus dudas sobre el comunicado, ya que, en su opinión, legitima “el derramamiento de sangre” provocado por Irán y no aborda el papel de las milicias chiitas que combaten a los opositores. “En lo que se refiere a la tregua, asumimos las obligaciones conforme al acuerdo del 30 de diciembre”, agregó el líder opositor.

“Hay que tener coraje político para sentarse en la misma habitación y escuchar las demandas del otro”, dijo por su parte el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura. El representante de la ONU recordó que el objetivo de la reunión de Astaná era “consolidar la tregua” y que, en ese sentido, hubo avances. Agregó que “reforzar el alto el fuego” es una prioridad para las dos partes, ya que “el pueblo sirio está muy necesitado de que termine el brutal y sangriento conflicto”. De Mistura también le comunicó a Irán, Rusia y Turquía que la ONU “está dispuesta a ayudar” a desarrollar el mecanismo de supervisión de la tregua y “asegurar que ayuda a reforzar la calidad del alto el fuego”. Según dijo, los tres países se reunirán a principios de febrero para consensuar los parámetros de ese sistema.