El 2 de abril de 2016, Wikileaks publicó una supuesta transcripción de una videoconferencia entre los dos máximos responsables del FMI para la crisis griega: el director de los asuntos para Europa, Poul Thomsen, y la jefa de la misión en Grecia, Delia Velculescu. En esta conversación Thomsen y Velculescu intercambian opiniones acerca de la mejor manera de imponer, en las condiciones del tercer rescate, una exigencia de un superávit primario mucho mayor que el que pretendían exigir a Grecia las autoridades europeas. El FMI pretendía que Grecia recortara los gastos entre 7.500 y 9.000 millones de euros, mientras que la CE sólo buscaba que el recorte ascendiera a 5.500 millones. En el documento se lee que para superar la resistencia de Alemania a las duras condiciones del FMI, Thomsen sugiere a Velculescu utilizar la crisis de los refugiados, recordándole a la canciller alemana, Angela Merkel, que la no incorporación del organismo al rescate griego le acarrearía muchas “preguntas” en el parlamento alemán, donde ya se enfrenta a grandes resistencias dentro y fuera de su partido por recibir a muchos inmigrantes. Además, ambos coinciden en que, si se presiona lo suficiente, el gobierno griego al final “termina cediendo”, como sucedió en el pasado cuando “se quedaron sin dinero”.