Los integrantes del comité ejecutivo de la Unión Patriótica (UP) denunciaron haber sido amenazados de muerte por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, un grupo paramilitar que, según el partido de izquierda, intenta impedir que sus candidatos se presenten a las elecciones de 2018. La UP ya pidió al gobierno colombiano que “desmonte” de una vez el paramilitarismo y dé garantías de que puede continuar con el ejercicio político.

La amenaza llegó a la sede de la UP el viernes, en forma de panfleto. En el texto, el grupo paramilitar advierte que el partido y sus directivos fueron declarados un “objetivo militar” y que se dieron “instrucciones claras y precisas” para “dar de baja a sus principales líderes”. A continuación, advierten que los dirigentes pueden preservar su vida si renuncian a las próximas elecciones. “Si el viernes 20 de octubre a las 12 de la noche todos los miembros del comité ejecutivo central de la UP no han renunciado, se tomarán medidas”, dice el documento. “La vida vale más que cualquier idea, reiteramos nuestra disposición de combatir el comunismo y con ello eliminar las plagas que lo promueven”, agrega, antes de amenazar directamente, con nombre y apellido, a los diez integrantes del comité ejecutivo del partido.

Uno de los amenazados, Pavel Santodomingo, dijo en declaraciones a la radio colombiana Contagio que la intimidación se produce en el marco de la situación que está viviendo el país. “No es una casualidad que la amenaza se dé después de que la Corte Constitucional blindó jurídicamente los acuerdos de paz”, dijo, en referencia al fallo del miércoles 11 que “congeló” por 12 años los acuerdos firmados entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). De acuerdo con Santodomingo, las amenazas contra los grupos sociales aumentan cuando “la paz avanza”. Por eso, pidió al gobierno del presidente Juan Manuel Santos que este incidente no pase “desapercibido”, ya que restringe las posibilidades de continuar con el ejercicio político.

Sobre los acuerdos de paz, el líder de la UP exigió al gobierno “que los cumpla” en lo que tiene que ver “con el desmonte del paramilitarismo”, para “proteger la vida de todos los colombianos”.

Agregó que, en su opinión, “en Colombia hay una estrategia de silenciamiento sistemático contra las personas y las organizaciones sociales que han trabajado por la defensa de los territorios y los derechos humanos de las diferentes comunidades”.

Las Autodefensas Gaitanistas negaron las acusaciones en un escueto mensaje publicado en su página web. Para Santodomingo, si es verdad lo que sostiene el grupo, “la situación es mucho más preocupante porque demuestra que hay otras fuerzas que no quieren que la UP siga existiendo y alzando su voz”.

Otra de las líderes amenazadas, la ex candidata presidencial Aída Avella, denunció en Twitter lo ocurrido e hizo un llamado al presidente colombiano, “a los gobiernos del mundo, a los defensores de derechos humanos y a la comunidad mundial” para que “tomen las medidas para garantizar que nada suceda a los miembros de la dirección ejecutiva” de su partido.

La dirigente colombiana señaló como responsables del panfleto a quienes integran el “partido del odio” que se opone “a la paz en el país y a la implementación del acuerdo con las FARC y el acuerdo que está en construcción con el ELN [la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional]”.

En declaraciones al portal Tercera, Avella agregó: “Son ustedes los del partido del odio, unidos a sus amigos de siempre, quienes nos han asesinado a miles de compañeros y compañeras en las últimas décadas, esos son sus métodos, cobardes, le tienen miedo a la paz que está avanzando en Colombia”.

La UP fue conformada en 1985 por miembros desmovilizados de distintos grupos guerrilleros. Durante los años 80 y 90, más de 100 líderes del partido y cerca de 3.500 militantes fueron asesinados por organizaciones paramilitares y fuerzas de seguridad del Estado. En 2014, la Fiscalía declaró esos asesinatos como “delitos de lesa humanidad”.