La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a varios partidos de la oposición en Venezuela, está sumida en una grave crisis, después de que cuatro gobernadores opositores –de los cinco electos en las últimas elecciones regionales– juraron sus cargos ante la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC). La fractura es tal que algunos partidos ya sugirieron la posibilidad de crear una nueva alianza.

En contra de la opinión del resto de los partidos de la MUD, cuatro gobernadores de Acción Democrática asumieron sus cargos el lunes ante la ANC, conformada sólo por oficialistas y considerada ilegítima por la coalición opositora. Esto provocó tensión en el seno de la alianza y desató una catarata de reacciones.

Los primeros partidos en darles la espalda a los cuatro gobernadores que asumieron –Antonio Barreto Sira, Alfredo Díaz, Laidy Gómez y Ramón Guevara– fueron Primero Justicia y Voluntad Popular. En un comunicado difundido el mismo lunes, Primero Justicia pidió al resto de los miembros de la MUD “que tomen decisiones en defensa de los principios del pueblo venezolano”. La formación, cuyo presidente es el titular del Parlamento, Julio Borges, agregó: “Cuando se trata de nuestra patria, el pragmatismo o la conveniencia no es una opción”.

A este partido pertenece el quinto gobernador de la oposición que resultó electo el domingo 15, Juan Pablo Guanipa, que no asumió ante la Constituyente y podría perder su cargo. Por su parte, Voluntad Popular, el partido encabezado por el dirigente preso Leopoldo López, dijo a los gobernadores opositores que tenían “la responsabilidad histórica de mantenerse firmes en sus convicciones y principios frente a los engaños y ataques de la dictadura”, en referencia al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Los dos partidos, además, se mostraron de acuerdo en “apartar a quien haya que apartar” para dotar a la coalición de la “firmeza” que necesita, y no descartaron crear una nueva “unidad” de oposición.

El vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara, calificó de “cobarde” la decisión de los cuatro gobernadores y aseguró que esta fractura en la MUD va a permitir “construir una unidad en la que el objetivo sea salir de la dictadura y no convivir con ella”. Guevara adelantó además que la alianza no participará en las elecciones municipales –que todavía no tienen fecha– debido al “fraude” en las regionales y a la imposición de que los ganadores deban jurar ante la ANC. A su entender, estos hechos demuestran que, aunque ganen un proceso electoral, la oposición siempre tendrá que arrodillarse ante el gobierno de Maduro. Horas antes, el Parlamento venezolano acordó en una sesión “rechazar y desconocer cualquier tipo de subordinación por parte de autoridades electas ante la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente”.

En tanto, el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, dijo en una conferencia de prensa que los cuatro gobernadores tenían instrucciones claras de no acudir a la ANC. Como lo hicieron de todas formas, quedaron “autoexcluidos” automáticamente del partido, agregó. En paralelo, Ramos Allup se defendió de las críticas de sus compañeros de la MUD y dijo que era una actitud resentida porque, en las regionales, Acción Democrática se quedó con cuatro de los cinco estados en los que venció la oposición.

Fue la gota que derramó el vaso. Inmediatamente después, Henrique Capriles, uno de los líderes de Primero Justicia, anunció que abandonará la MUD si Ramos Allup continúa en la coalición. “Hablo a título personal. Mientras esté en la unidad el señor Ramos Allup yo no voy a seguir en esa mesa”, dijo, y aclaró que no cuestiona a toda la MUD, sino a un sector: a los que “les tiran un hueso y lo agarran”.

Reconoció además que hubo una separación en la coalición y que “llegó el momento de sacar el tumor y construir algo nuevo”. Para Capriles, este quiebre presenta una “oportunidad única” e “histórica” para que se “refunde” y “reorganice” la alianza opositora. Matizó, sin embargo, que esa es su opinión y que las medidas que se tomen en el futuro dependerán del debate interno de su partido.

Mientras surgían estas reacciones, tres de los cuatro gobernadores de Acción Democrática se reunieron con Maduro, quien aseguró que les tendió la mano para trabajar en conjunto.

La MUD ya fue dividida a las elecciones regionales, entre quienes consideraban que participar en esa votación implicaba reconocer la legitimidad del gobierno –después de haber “impuesto” una ANC en unos comicios que la oposición cuestiona– y quienes eran partidarios de concurrir para no dejar el control en manos de Maduro.