Con un gol del uruguayo Nahitan Nández, Boca Juniors derrotó 2-1 a River Plate en el principal clásico del fútbol argentino, jugado ayer en el estadio Monumental de Buenos Aires por la octava fecha del torneo.
El encuentro, jugado en un estadio colmado únicamente por los hinchas locales, fue vibrante y estuvo plagado de incidencias que dieron un tremendo color y calor al juego. A los 41 minutos, el volante colombiano Edwin Cardona, con un precioso tiro libre, puso el 1-0 para los xeneizes, que a esa altura ya estaban jugando con un hombre más por la expulsión del volante riverplatense Ignacio Fernández, que le metió un feísimo planchazo en el pecho a un rival.
En el segundo tiempo, como era lógico, el conjunto millonario de Marcelo Muñeco Gallardo se paró más adelante en la cancha. En el marco de esos avances locales, fue expulsado en forma exagerada el colombiano Cardona. El jugador tiró un manotazo leve a un jugador de River, pero el árbitro, Néstor Pitana, interpretó la acción de otra manera y el partido quedó diez contra diez. Cinco minutos después, a los 23 del segundo tiempo, un notable remate lejano del volante Leonardo Ponzio valió el empate para los locales.
El Monumental explotó, pero la alegría duró poco, porque a los 27 de la segunda parte vino el gol del fernandino Nández, que apareció por la derecha de la defensa millonaria y conectó de volea al gol una precisa asistencia.
La victoria de Boca mantuvo la marcha perfecta del equipo en el torneo, que lidera con 24 puntos, nueve más que los que suman sus más cercanos perseguidores, que son Talleres de Córdoba y San Lorenzo.