En un partido durísimo, Uruguay logró revertir un muy mal comienzo y derrotó a Panamá por 86 a 73 en el primer partido de la eliminatoria hacia el Mundial de básquetbol de China 2019. El trámite del partido fue de una complejidad inesperada, llegando a perder hasta por 15 puntos en la primera parte, pero la buena gestión y el temple del colectivo sostenido por algunas individualidades descollantes como la de Santiago Pepo Vidal, le permitió a Uruguay quebrar el juego a partir de los últimos 15 minutos con un parcial de 31 – 12 en el tercer cuarto y conseguir una victoria fundamental en el primer partido del Grupo. El domingo los de Signorelli culminarán esta primera doble fecha de FIBA recibiendo en el Palacio Peñarol a Paraguay que anoche jugaba con Argentina.

El equipo celeste sin la presencia de Brtuno Fitipaldo (lesionado) y Jason Granger a quien su club el Baskonia no lo cedió para esta oportunidad, logró edificar un gran triunfo, por las muy buenas características del rival, por lo complejo que se había puesto el partido, y porque además lo cimentó en la búsqueda de soluciones en el plantel donde desde el banco, con Santiago Vidal, Juan Ducasse y Hatila Passos que ayer debutó como uruguayo, se fortaleció un colectivo capaz de dar vuelta un complicado partido.

Mano de piedra

No es que fuese sorpresa, pero Panamá se impuso con contundencia en el juego en el primer cuarto. Muchas conversiones en la pintura, sin que Esteban Batista pudiese entrar en acción ni defensivamente ni en el ataque, y un gran manejo de situación por parte de Hicks, permitió a los panameños estar casi siempre arriba en el marcador (solo un triple de Parodi dejó arriba a Uruguay 7-6) y alcanzar hasta 9 de ventaja (22-13). Signoreli intentó con distintas variantes, y apenas con el ingreso de Santiago Pepo Vidal pareció encontrar una reacción hasta terminar el primer cuarto 7 puntos abajo (24-17).

El segundo cuarto encontró a un elenco local ligeramente más ordenado en defensa, plantándose en zona y tratándose de acomodar en el partido. Al principio parecía lo conseguiría, pero una serie de pelotas perdidas y ofensivas falladas, permitió a los visitantes sacar 15 puntos de ventaja (34-19). No se pudo pesar en el acrílico rival, sobre todo de parte de Batista, pero con 3 triples consecutivos de Calfani, Parodi, y Juan Ducase quedamos a 5 (44-39) para cerrar la primera parte con un guarismo que no parecía reflejar lo que había sucedido en el juego: Panamá 46-Uruguay 41.

A BBV

No fueron un banco, ni vinieron todos del banco, pero en la segunda parte Batista, Barrera y Vidal, solo colocados así para jugar con la sigla de la casa bancaria, fueron decisivos, los créditos con los que Uruguay logró dar vuelta un partido que apareció muy complicado y que solo pudo ser empatado cuando promediaba el tercer cuarto en 57 puntos. Pepo Vidal puso muchas piernas para marcar pero fundamentalmente para trasladar y volar con su imaginación, habilitando, pasando y convirtiendo. Panchi Barrera también, y entonces Esteban Batista apareció en todo su esplendor con su movimiento de piernas de bailarín y su juego de peso pesado. Mathias Calfani no fue esta vez descollante en el goleo pero sin embargo aportó más de media hora de sacrificio y ayuda defensiva, para dar vuelta la tortilla y después de un contundente y emotivo parcial de 31–12, cerrar el tercer cuarto ganando por 72–58.

En la última parte del partido la celeste llegó a sacar hasta 19 puntos (80–61) con preciosos minutos del liceal Juan Ducasse que vive y estudia en Estados Unidos y nunca jugó en primera división, y a partir de ahí ya quedó resuelto el juego, muy complicado, por lo que le da otro gusto al triunfo.

Ahora Uruguay habrá de cerrar esta primera doble fecha el domingo, jugando como local otra vez en el Palacio Peñarol donde enfrentará a Paraguay.