El Tanque Sisley le planteó bien el partido a Defensor Sporting, un rival durísimo, que venía de ganar entre semana y que, además de ser el líder de la Tabla Anual, ya tiene adentro de la bolsa el Torneo Apertura que consiguió a mitad de año. Como si fuera poco, la viola es escolta de Peñarol en el Clausura y no quiere aflojar en la posibilidad de quedarse con ese torneo que implicaría automáticamente lograr su quinta estrella en el Campeonato Uruguayo. Los verdinegros fusionados, que eligen el Campeones Olímpicos floridense para ser locatarios, fueron al frente durante todo el primer tiempo y generaron algunas situaciones que complicaron la defensa de los tuertos, sobre todo con las llegadas de Lucas Tamareo por la derecha y del siempre picante Alexis Ramos, delantero argentino que llegó al club en esta temporada y se ha convertido en el goleador.
Ademar Martínez, la clase y la manija del equipo de Julio César Antúnez, se encargó de que la pelota corriera por el piso y entrara en el área en forma de buenos centros, pero ninguno pudo batir al arquero defensorista Guillermo Reyes. No se sabía bien qué rumbo tomaría el partido, porque más allá de algún avance de Gonzalo Carneiro, el 0-0 no estaba mal por cómo había transcurrido la noche. Hasta que llegó el primer gol de Defensor, sobre el final del primer tiempo, a los 41. El volante Facundo Castro entró por el sector izquierdo y ensayó una definición HD para abrir el marcador: el delantero violeta vio adelantado a Sebastián Britos y le tocó el balón por encima. Fue un golazo que disfrutaron más que nadie los cientos de hinchas violetas que llegaron hasta la Piedra Alta.
Un calco
El equipo que puso en la cancha el director técnico violeta, Eduardo Acevedo, ayer fue el mismo que había comenzado jugando el miércoles con Racing en el Franzini. Pero no sólo eso ocurrió, sino que la tranquilidad del trámite del partido y del resultado le permitió al entrenador empezar a mover el banco bien tempranito, tal cual había hecho hacía unos días en el partido con los de Sayago. Es que si bien costó abrir el score en el primer tiempo, una vez que la pelota entró, volvió a hacerlo en los primeros minutos de la segunda etapa.
Ya a los diez minutos llegó el 2-0, obra del zurdo melense Ayrton Cougo, que conectó en forma perfecta un cabezazo tras un centro preciso de Facundo Castro. Juego y goles de la casa, todo producto genuino de las formativas de Defensor, que sigue nutriendo de manera inmejorable a este equipo que va por todo. Lo dicho: los goles, la superioridad en el resultado –aunque no tanto en el juego– y los cambios que empezaron a aparecer en estos días de tanta actividad.
El zaguero Maulella se sintió y rápidamente entró Emiliano Álvarez, y la Joya Carneiro, una de las figuras que tiene el club, como viene medio cascoteado debido a lesiones, volvió a salir y por él ingresó el panameño Cecilio Waterman. Son cambios que se llevan a cabo en todos los partidos del mundo, pero con esa arma ataca Acevedo, con planificación y rotación del plantel –en días de cansancio y de lesiones, vaya si será importante–. A todo esto, el reloj consumía minutos, el resultado no se movía y el manejo de las acciones se alternaba, pero casi sin peligro en los arcos, hasta que Lucas Tamareo sacudió con un remate desde lejos a Reyes. Pero poco más pasó de ahí hasta el pitazo final de Andrés Cunha.
Defensor volvió a ganar y está en campeonato; además, sigue siendo el único líder en la tabla del año. Faltan cinco fechas, pero se avizora un final de campeonato apasionante.