Unos minutos antes de aterrizar en Japón, el primer país que visita en el marco de una gira de 12 días por Asia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que su viaje estará centrado en dos cuestiones: asuntos comerciales y Corea del Norte. Es probable que las discusiones sean más largas en torno a esto último, en medio de una escalada de tensión entre Washington y Pyongyang, a un mes y medio de la sexta prueba nuclear norcoreana y el lanzamiento de misiles que sobrevolaron territorio japonés.

“Nadie –ningún dictador, ningún régimen, ningún país– debería subestimar, jamás, la determinación de Estados Unidos. Alguna vez, en el pasado, nos subestimaron. No les fue bien, ¿verdad?”, dijo ayer Trump apenas pisó suelo japonés, en una visita a la base aérea estadounidense de Yokota. “Nunca cederemos, nunca desistiremos y nunca retrocederemos en defensa de nuestra gente, nuestra libertad y nuestra gran bandera estadounidense”, agregó, frente a muchos de los 14.000 soldados estadounidenses que sirven en esas instalaciones.

De esta manera, y aunque evitó mencionar a Corea del Norte específicamente, marcó la retórica de esta gira, que mañana continuará en Corea del Sur y hasta el martes 14 seguirá su curso por China, Vietnam y Filipinas.

Trump dejó claro que la visita a la región tenía como objetivo fundamental discutir sobre las recientes acciones de Corea del Norte y buscar aliados, además de profundizar los lazos comerciales entre Estados Unidos y esos países, según dijo a la prensa en el avión presidencial, antes de aterrizar en Tokio. También adelantó que decidirá “pronto” si incluye a Corea del Norte en la lista de “países patrocinadores del terrorismo”.

Esas “acciones” norcoreanas a las que se refería el presidente incluyen la sexta prueba nuclear de Pyongyang a mediados de setiembre y los disparos de varios misiles que sobrevolaron Japón. La presencia de tres portaaviones estadounidenses en las aguas del Pacífico Occidental y los ejercicios militares de dos bombarderos estratégicos de Estados Unidos sobre Corea del Sur elevaron aun más las tensiones. El asunto se ha convertido en uno de los desafíos más complejos para Trump en materia de política exterior desde que asumió la presidencia a fines de enero.

A esos actos se sumó el intercambio de amenazas verbales entre los dos gobiernos. En setiembre, Trump amenazó con “destruir por completo” Corea del Norte si ese país continuaba con las amenazas nucleares y el líder norcoreano, Kim Jong-un, respondió calificando al mandatario de “viejo chocho” y advirtiendo que lo “domará con fuego”.

Los medios oficiales norcoreanos publicaron ayer que Pyongyang impondrá “un castigo inmisericorde” a Estados Unidos si Trump realiza “actos o comentarios insensatos” en la gira asiática. Sin embargo, Trump bajó el tono contra Corea del Norte desde sus declaraciones de setiembre, que tuvieron lugar nada menos que ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.

Hasta ahora, Tokio y Washington se han mostrado partidarios de aplicar la “máxima presión” sobre Pyongyang y no descartan la opción militar, aunque tampoco rechazan el diálogo si el gobierno de Kim Jong-un renuncia a su programa nuclear.

De acuerdo con la agencia de noticias japonesa Kyodo, la carrera armamentística norcoreana fue justamente uno de los temas que el presidente estadounidense abordó ayer con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, cuando se reunieron en el Kasumigaseki Country Club de Saitama para almorzar y luego jugar un partido de golf.

Por la noche, los dos líderes cenaron junto a sus esposas en otro encuentro distendido en el que también compararon posturas sobre distintos temas. “Vamos a tener ahora una importante conversación sobre muchos asuntos, incluido Corea del Norte y el comercio, y vamos muy bien [...] Nuestra relación es extraordinaria. No creo que hayamos estado nunca tan cerca de Japón como estamos ahora”, aseguró Trump a la prensa local antes de ingresar a un restaurante en la capital japonesa.

La agenda oficial difundida por la Casa Blanca marca para hoy una reunión más formal entre los dos mandatarios, esta vez en una cumbre en la que, además de discutir sobre Corea del Norte, abordarán el interés de Trump de llegar a un acuerdo comercial bilateral con Japón, meses después de que el gobernante anunciara que su país abandonaba el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (o TPP).

Durante la jornada de hoy, Trump también visitará al emperador Akihito y mantendrá un encuentro con las familias de ciudadanos japoneses que fueron secuestrados por Corea del Norte en la década de 1980.

Trump dijo que antes de llegar a Japón planea reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, cuando coincida con él en Vietnam, para la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico. Según declaró, buscará su “ayuda sobre Corea del Norte”.