“Me voy triste con las cosas que siguen pasando. Por otro lado, al ver la cantidad de jugadores que hay, el abrazo que nos damos todos, cómo nos saludamos antes de entrar, independientemente de la camiseta que hoy defienda cada uno, me reconforta y nos da fuerzas de seguir buscándole la vuelta a este conflicto”. Las palabras de Diego Scotti, futbolista de Boston River e integrante del colectivo Más Unidos Que Nunca, reflejaba los rostros de los jugadores que llegaron a la sede de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales (MUFP) para ser parte de un día histórico. La noche se presentaba alborotada por el tránsito montevideano de la hora pico, pero en el ambiente se respiraba una tensa calma. La organización de los planteles de Primera y Segunda División de la Asociación Uruguaya de Fútbol estaba ensayada y fue llevada al pie de la letra, como cuando una bailarina se para en las tablas del Solís y enciende los aplausos de todo el auditorio. 516 futbolistas se arrimaron anoche para ser parte de esto: en las planillas se estamparon 307 firmas de la A, 206 de la B y 13 de socios honorarios, lo que hacía un número de 516 asistentes con un solo objetivo: cumplir con el llamado a asamblea. Muchos llegaron desde el interior del país y esta mañana ya estarán entrenando en sus pueblos. Pero el final fue inesperado. Como en aquellos libros de “elige tu propia aventura”, Enrique Saravia y la directiva de la Mutual leyeron un comunicado, argumentaron que no podían votarse los puntos que ellos mismos establecieron en el llamado, dieron por anulada la asamblea, se levantaron y se fueron. ¿Ficción o realidad? “Leyeron algo que luego pedimos que leyeran de vuelta porque no estaba del todo claro. Dieron unos argumentos que habrá que analizar, anularon la asamblea, se pararon y se fueron. De todas maneras, estamos tranquilos, porque había dos veedores del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) –ellos se negaron a que asistieran veedores de la Secretaría Nacional del Deporte–; ahí están las garantías nuestras, y la confianza está depositada en ellos. Tanto la Justicia como el MEC nos han pedido que agotemos todas las vías internas, lo volvimos a hacer y una vez más no fuimos escuchados por nuestra Comisión Directiva”, contó Scotti, que agregó: “No nos sorprende nada, porque sabemos que pueden aparecer circunstancias de todo tipo, como han pasado en este último tiempo. Lo positivo es que estamos todos los jugadores presentes peleando por lo que corresponde, por lo que queremos, que es un cambio de la Comisión Directiva, que una vez más quedó claro que no nos representa. No quiso llevar adelante una asamblea solicitada por los socios, no por el movimiento, como dijeron ellos”. Los futbolistas llevaron a cabo una votación simbólica de los puntos del orden del día. Enrique Saravia, presidente de la MUFP, había alegado que no se había respetado el orden del día y dejó a gamba a más de 500 jugadores. La asamblea no tiene ningún valor en los papeles, como dijeron algunos de los futbolistas al salir de la Mutual. El desplante y la burla quedaron de manifiesto ante los veedores del MEC, pero trascenderá lo político hasta llegar a los ojos de los que quieren ver.

“Los planetas giran sin saberlo Así como tu recuerdo vive en ellos Sin que puedas correr allí Sin que puedas correr allí...”.

Encadenado al ánima, de Durazno Sangrando.