“Hoy, con la ayuda de Dios y los esfuerzos de los pueblos de la región, podemos decir que este mal ha sido eliminado”, anunció ayer Rohani, refiriéndose a EI, grupo que según el gobierno iraní fue expulsado totalmente del territorio sirio. “Los remanentes seguirán existiendo, pero sus bases han sido desmanteladas”, agregó.

Las palabras de Rohani llegaron después de que el domingo el Ejército sirio –con la colaboración del ruso y de milicias chiitas iraquíes, libanesas e iraníes– tomara el control de la ciudad de Albukamal, que era objeto de enfrentamientos desde comienzos de noviembre. La información fue confirmada tanto por la agencia oficial de noticias SANA como por el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que agregó que la expulsión de EI de la ciudad llegó después de “violentos combates” que causaron la muerte de 31 integrantes de la fuerza oficialista y de más de 50 miembros de EI. Mientras se mantenía ese combate, Rusia acusó a Estados Unidos de haber permitido que los yihadistas se reagruparan y rearmaran, en territorios controlados por la alianza internacional que lidera, para evitar una victoria del gobierno de Bashar al Assad. Washington, que no se pronunció sobre la victoria celebrada por Rusia e Irán, rechazó esas acusaciones.

La ciudad de Albukamal está en la frontera entre Siria e Irak y es atravesada por una ruta que comienza en la capital de Líbano y llega hasta la de Irán, pasando por varias grandes ciudades libanesas, sirias e iraquíes. Por eso era considerada un enclave estratégico y su recuperación fue celebrada por autoridades militares y políticas de Siria.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, consideró que este fue el paso definitivo para el fin del enfrentamiento con el yihadismo en Siria: “En lo que se refiere a nuestro trabajo conjunto en la lucha contra los terroristas en el territorio de Siria, esta operación militar efectivamente está llegando a su término”. Putin dio una conferencia de prensa después de una reunión en Sochi con Al Assad, que a su vez, manifestó “en nombre de todo el pueblo sirio” su “gratitud” a Rusia.

Según distintas agencias y organizaciones que monitorean el dominio territorial en Siria, el gobierno de Al Assad tiene bajo su control la mayoría del territorio del país, mientras algunas zonas aisladas permanecen bajo el dominio de la oposición armada –en el norte, cerca de la frontera con Turquía, y en el sur, en la frontera con Irak y Arabia Saudita–. “La fase activa de la operación militar en Siria está llegando a su fin”, dijo el jefe del Estado Mayor ruso, el general Valeri Guerásimov, en Sochi, en una reunión que mantuvo con sus pares de Turquía e Irán, a quienes transmitió que esto fue posible “gracias a los esfuerzos comunes” de los tres países. Agregó que ya “están creadas las condiciones para volver a la vida pacífica” en Siria.

Tras su encuentro con Al Assad, Putin manifestó que “ahora lo más importante es pasar al terreno político” y que nota “con satisfacción” la “disposición” del presidente sirio para trabajar “con todos los que quieren la paz”. También dijo que pretendía hablar rápidamente con las autoridades de Estados Unidos, Arabia Saudita, Irán y Turquía para encontrar una salida política al conflicto sirio, que considera un problema interno de ese país. Hoy Putin se reunirá con los presidentes de Irán y Turquía, pero ayer mismo habló por teléfono durante más de una hora con su par estadounidense, Donald Trump.

De acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca, los dos presidentes hablaron de la importancia de “respaldar los intentos de la Organización de las Naciones Unidas” para “resolver pacíficamente la guerra civil siria”. Por su parte, el Kremlin informó que Putin le manifestó a Trump que Al Assad “confirmó su adhesión al proceso político para llevar a cabo una reforma constitucional y elecciones presidenciales y parlamentarias”. Además, subrayó “la necesidad de mantener la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Siria”.