Se autodenominan “constructivos” y se presentan como una “fuerza de propuestas” porque apuestan por una derecha moderada que no divida a los franceses y no los aísle del mundo.

Los 19 ex miembros de Los Republicanos –entre los que se encuentran senadores, diputados y alcaldes– publicaron el domingo, en el diario Le Figaro, el texto fundador de su nuevo movimiento que, sostienen, pretende defender “las ideas liberales, sociales, europeas, humanistas y reformistas de la derecha y el centro”.

En la base del proyecto está la intención de crear un partido que sea capaz de colaborar con Macron y “apoyar las reformas emprendidas en numerosos campos por el actual gobierno, dirigido por un primer ministro de derecha”, Édouard Philippe, pero que al mismo tiempo pueda “oponerse cuando sea necesario”, según aclara el texto.

El nuevo movimiento, al que los medios y los propios fundadores se refieren simplemente como “Actuar”, surge en un momento en el que Los Republicanos viven una profunda crisis interna, que se agravó luego de las elecciones legislativas de junio. Días después de celebrados estos comicios, los diputados Franck Riester y Thierry Solère propusieron crear un grupo parlamentario afín a las iniciativas de La República en Marcha. Lo bautizaron Los Constructivos. Como consecuencia, fueron excluidos de Los Republicanos.

Ya en ese entonces, Solère –ex portavoz del partido conservador– aseguró en una entrevista que contaba con al menos 15 parlamentarios dispuestos a apoyar las propuestas del centrista Macron –entre ellas la polémica reforma laboral–, un número “más que suficiente” para crear un grupo autónomo. “Vamos a intentar construir en vez de destruir”, explicó a fines de junio.

El domingo, mientras Le Figaro hacía público el lanzamiento de Actuar, el dominical Le Journal du Dimanche anunciaba que Solère y dos republicanos que integran el actual gobierno –el ministro de Hacienda, Gérald Darmanin, y el secretario de Estado de Transición Ecológica, Sébastien Lecornu– se unieron a las filas de La República en Marcha.

La fractura de Los Republicanos fue también alimentada por la posible elección, en dos semanas, del ex ministro Laurent Wauquiez como nuevo líder del partido. Wauquiez representa el ala más dura de la formación y es favorable a un acercamiento a los postulados del ultraderechista Frente Nacional.

En el texto publicado el domingo, Los Constructivos dejaron claro su rechazo a la extrema derecha e hicieron referencia al cortocircuito con Wauquiez aunque sin mencionarlo directamente. “Nos negamos a ver a la derecha encerrada en una línea identitaria, euroescéptica, autoritaria y ultraconservadora. Esta estrategia exacerba las tensiones de la sociedad francesa y conduce al fracaso”, denuncian. Luego, agregan explícitamente: “Actuar se opone a cualquier acercamiento con el Frente Nacional y se compromete a luchar contra su ideología”.

También Solère explicó el domingo, ante periodistas, que se sumaba al partido de gobierno porque –entre otras cosas– “hay un eje político sobre Europa y sobre la identidad que cada vez acerca más a Los Republicanos y el Frente Nacional”.

Consultado el fin de semana por la decisión de los ex republicanos que se unieron a las filas de Macron, Wauquiez dijo que La República en Marcha es “el conjunto de todos los oportunistas” que buscan su beneficio personal. Agregó: “Tiendo a pensar que se parece cada vez más a un grupo de oportunistas, muy alejado de mi concepción de la política”.

Mientras Los Republicanos buscan la manera de reponerse, la otra histórica fuerza política de Francia, el Partido Socialista (PS), atraviesa su propia crisis, reflejada en escisiones internas de las que se ha nutrido especialmente La República en Marcha. En las elecciones legislativas de junio, tal como sucedió en las presidenciales, el PS cosechó el peor resultado de su historia, al pasar de 280 escaños a apenas 30.