En su segundo y último juego de esta ventana eliminatoria rumbo al Mundial de China 2019, Uruguay derrotó a Paraguay 67-49 anoche en el Palacio Peñarol y se mantiene como líder del grupo A junto a Argentina, que derrotó a Panamá 68- 59. La próxima doble fecha de las eliminatorias se jugará en febrero de 2018, cuando los de Marcelo Signorelli enfrenten, como visitantes, a Argentina y Panamá.
El de ayer fue un partido incómodo, no tanto por lo que propició el rival, sino más bien por la distancia entre lo que seguramente imaginaron y proyectaron los basquetbolistas celestes y lo que pudieron hacer en la cancha frente a esta selección paraguaya. Más allá de su evolución y hasta del buen momento de alguno de sus jugadores –seis de ellos integran el plantel de Olimpia, que hace unas semanas sorprendió al derrotar a Flamengo, de Brasil por la Liga Sudamericana–, el rival celeste de ayer no tiene por ahora un poderío que permita pensar que pueda llegar a la segunda fase de la competencia.
Le costó unos segundos a Uruguay entrar en partido, pero un triple de Luciano Parodi lo puso 3-2; fue el único momento del primer cuarto en que estuvo adelante. Paraguay jugó a lo Uruguay, durmiendo la pelota y atendiendo expresamente a Esteban Batista. Esa estrategia les dio resultado.
En el segundo cuarto el jovencito Juan Ducasse –genial– puso el empate, y los robos y asistencias del Pepo Santiago Vidal pusieron un 6-0 con el que Uruguay pasó a estar 19- 15 arriba. Los aciertos paraguayos hicieron que los visitantes otra vez quedaran a un doble (23-21). Uruguay siguió fracasando en el ataque. A medida que decrecía el nivel de acierto de los paraguayos, la celeste tomó la máxima de seis (29-23), pero apenas pudo cerrar la primera etapa con tres puntos de ventaja (29-26).
Parecía que para el segundo tiempo cambiaría el juego y se desenredaría la ofensiva uruguaya, pero eso no fue posible. Los paraguayos volvieron a empatar en 33. La clave parecía estar en encontrar la pericia de Batista en la pintura. Después de un alto-bajo que terminó en las redes pero dejó la sensación de que era por ahí, Esteban puso cinco tantos seguidos hasta que Uruguay marcó 38-33. Un triple de Luciano Parodi hizo que a los cinco minutos del tercer cuarto Uruguay tomara la máxima diferencia (41-33), plataforma de despegue para un juego más suelto y destrabado.
Se extendió ligeramente la máxima a 11 puntos (44-33), pero otra colección de pelotas perdidas en ofensiva permitieron a los esforzados paraguayos arrimarse a cinco (44-39) sobre el final del cuarto, para irse al último minidescanso con sólo seis puntos de ventaja (46-40) y un guarismo bajísimo que hablaba de la oscura noche ofensiva de los de Signorelli y del escaso nivel de acierto de los albirrojos.
En el último cuarto volvió Gustavo Panchi Barrera, que no había jugado en todo el tercer cuarto. Él y Vidal hicieron llegar la pelota a la pintura y volvieron a llevar la diferencia a los dos dígitos.
El resultado final, de 67-49, tal vez esté distante de las expectativas previas, pero se condice con la exposición en el juego. Los dos triunfos caseros son realmente importantes en un torneo en el que hay que sumar puntos en cada una de las fases para tratar de llegar a China 2019.