El presidente paraguayo, Horacio Cartes, sufrió una derrota en las primarias del Partido Colorado. El precandidato a la presidencia de la corriente oficialista Honor Colorado, Santiago Peña, a quien el propio Cartes promovió dentro del partido, perdió frente a Mario Abdo Benítez, que lidera la corriente Colorado Añetete, conocida como “disidente” del gobierno.

Durante la campaña, mientras el presidente promovía de manera abierta su candidatura, Peña, de 39 años, intentaba mostrar que tenía méritos propios. No sólo buscaba dejar atrás la imagen de protegido de Cartes, sino también convencer a quienes cuestionaban que llevara sólo un año en el partido, al que se afilió cuando ya era ministro de Hacienda.

Días antes de las elecciones, el precandidato repasaba los distintos cargos que ocupó en la administración pública y afirmaba: “Tuve el privilegio de haber sido nombrado por el presidente Horacio Cartes, pero los grandes logros de esta gestión [como ministro de Hacienda] han sido por obra y participación mía”. El domingo, Peña y Cartes reconocieron el triunfo de su rival en medio del escrutinio.

Esa noche, ya como ganador de las primarias coloradas, Abdo Benítez llamó a dejar de lado la “soberbia” y a unirse todos en la lista del partido. “La soberbia fue vencida hoy”, afirmó el candidato, de 46 años. Agradeció a Peña por haberlo felicitado y concluyó que la campaña “fue una lucha difícil”, pero se pudo “vencer al desánimo y a los intentos de división”. El dirigente obtuvo 51% de los votos, frente al 43% de Peña.

Abdo Benítez se convirtió así en el candidato del partido que gobernó Paraguay durante más de seis décadas con escasas interrupciones. Incluso en la dictadura de Alfredo Stroessner los colorados estaban presentes en el poder. El padre de Abdo Benítez, que tiene el mismo nombre, fue secretario personal del dictador, como recordó el diario paraguayo La Nación, vinculado con la familia de Cartes. Por eso, al nuevo candidato a la presidencia, al que se suele llamar Marito para diferenciarlo del padre, se le ha reclamado que repudie en forma clara la dictadura.

Antes de participar en estas primarias, Abdo Benítez había intentado presidir el Partido Colorado, pero fue derrotado por Pedro Alliana, el candidato de Cartes. Después, su enfrentamiento con el mandatario lo llevó a votar en contra de varios proyectos enviados o promovidos por el gobierno, en particular uno que tenía como objetivo habilitar la reelección presidencial.

En esta posición, el dirigente coincidió con el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que también eligió a su candidato a la presidencia el domingo. El más votado por los liberales fue, justamente, el dirigente que logró identificarse con más fuerza con la resistencia a la reelección presidencial, el titular del partido, Efraín Alegre, de 54 años. Ganó con 61% de los votos y una amplia ventaja frente a su principal rival, Carlos Mateo Balmelli, de 56 años, que logró 26% de respaldo.

En las primarias liberales el triunfo de Alegre era previsible. También se conocía que sin importar quién ganara esta elección, el candidato a vicepresidente sería el periodista Leonardo Rubin. Así se acordó en una alianza entre el PLRA y el izquierdista Frente Guasu, a la que se llamó Ganar y que tiene, justamente, el objetivo de derrotar a los colorados en las elecciones de 2018, tal como lo hicieron diez años atrás. En aquel caso, el Frente Guasu aportó la candidatura del entonces sacerdote católico Fernando Lugo, y el PLRA, a su vicepresidente, Federico Franco.

Además de los candidatos a presidente, en las elecciones del domingo se definían también las candidaturas al Senado. Cuando se terminen de procesar los resultados, se conocerá, entre otros datos, si Cartes fue elegido, tal como se postuló, para liderar la lista de senadores de Honor Colorado.