El demócrata más veterano en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Conyers, anunció su retirada después de haber recibido varias acusaciones por acoso sexual.

La sombra de la dimisión acechaba a Conyers desde hacía días y varios líderes del Partido Demócrata ya habían pedido que renunciara, por considerar que las denuncias que salieron a la luz eran “muy creíbles”. Las dos denunciantes trabajaron para él como asistentes y lo acusaron de manosearlas en “numerosas ocasiones” durante los últimos 20 años. Él ocupa el escaño como representante del estado de Michigan desde hace 27.

En octubre, la secretaría del congresista confirmó que, en 2015, pagó una indemnización de 27.000 dólares a una ex empleada que aseguraba haber sido acosada por él. En ese entonces, Conyers negó todo. Sin embargo, la situación se volvió insostenible la semana pasada, cuando salió a la luz un segundo acuerdo alcanzado con otra mujer que acusó al congresista de acosarla cuando trabajaba para él como asistente.

Después de estas revelaciones, Conyers, de 88 años, tuvo que ser hospitalizado debido a una crisis de estrés. Desde allí, anunció que dejaría de manera temporal su puesto como demócrata de mayor rango en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, mientras se investigaba el caso. El martes de noche dio un paso más y anunció que se retiraba y que, por lo tanto, no se presentará a las elecciones legislativas de 2018. “Mi legado no puede ser comprometido o menospreciado de ninguna manera por esto”, dijo tras hacer el anuncio en una radio de Michigan. Luego, aseguró que apoyará la candidatura de su hijo mayor, John Conyers III, para que ocupe el puesto que deja vacante.

Conyers es el primer político en caer en una oleada de acusaciones por abuso sexual en Estados Unidos, que comenzó en octubre con los testimonios de más de 50 actrices contra el productor de cine Harvey Weinstein. Estas denuncias impulsaron acusaciones contra otras personalidades de Hollywood, como Kevin Spacey y Dustin Hoffman.

Puertas adentro del Capitolio, otro congresista señalado es el senador demócrata de Minnesota, Al Franken, que recibió al menos tres acusaciones por comportamientos sexuales inapropiados. La última denuncia fue de una ex asistente que alegó que Franken intentó besarla a la fuerza hace 11 años. El senador aseguró en los últimos días que no renunciará al cargo, aunque ayer adelantó en Twitter que hoy haría un “anuncio”, sin dar detalles.

Tal vez el caso más conocido en el ámbito político sea el de Roy Moore, el candidato republicano al Senado por Alabama, que está acusado de abusos sexuales por al menos ocho mujeres. Varias de ellas eran adolescentes cuando ocurrieron los hechos denunciados, allá por los años 70. Una de las mujeres asegura que, cuando ella tenía 14 años, Moore –que tenía 32– la tocó y la besó. El político, de 70 años, negó todas las acusaciones. Pero la cúpula del Partido Republicano le pidió que se retire de la carrera al Senado.

Lejos de abandonar, Moore siguió con su campaña y lidera las encuestas por lejos, contra su rival demócrata, Doug Jones. El martes, Jones se refirió a la situación en un acto en Birmingham, Alabama. “Creo que las mujeres son en cada aspecto tan capaces como los hombres, que merecen ser electas a cargos públicos y creo definitivamente, y he hecho mi parte para asegurarme de que así sea, que los hombres que hieren a las niñas deben ir a la cárcel, no al Senado de Estados Unidos”, dijo.

Sin embargo, Moore cuenta con un respaldo fuerte: el del mismísimo presidente estadounidense, Donald Trump, que el martes lo hizo público. “El rechazo de los demócratas a dar incluso un voto para los recortes de impuestos masivos es el motivo por el que necesitamos que el republicano Roy Moore gane en Alabama”, escribió Trump en Twitter, en alusión al voto del viernes, en el Senado, sobre su reforma tributaria, que sólo logró votos republicanos. También Trump tiene su propio archivo de denuncias por acoso sexual, muchas de las cuales fueron reveladas en medio de su campaña presidencial.

Las acusaciones por abusos sexuales contra hombres poderosos se multiplicaron en los últimos meses en varios países y en los ambientes más heterogéneos. El escándalo más reciente se destapó esta semana en la Academia Sueca, la institución que cada año otorga el premio Nobel de Literatura.

El martes, 18 mujeres revelaron de forma anónima los abusos cometidos por el esposo de una de las integrantes de la institución y director de un foro cultural apoyado por la Academia Sueca, reveló el diario Daqens Nyheter. De acuerdo con las denuncias, algunos de los abusos fueron cometidos en dependencias vinculadas a la propia academia.