“No participaré en la Cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca de este año. Por favor, manden mis mejores deseos a todos y pasen una estupenda velada”, tuiteó ayer Donald Trump, anunciando así que por primera vez desde 1924 el presidente de Estados Unidos no estará en esa fiesta.

La cena anual reúne a los periodistas acreditados para cubrir la política estadounidense desde la Casa Blanca, tanto de los medios de ese país como de los extranjeros. Los presidentes participan en ese encuentro y brindan un discurso, usualmente burlándose de ellos mismos y bromeando con los periodistas en un ambiente elegante, pero a la vez distendido. El antecesor de Trump, Barack Obama, solía desempeñarse muy bien en este encuentro anual, y la Casa Blanca preparaba videos para burlarse del propio evento con protagonistas como Kevin Spacey haciendo su papel de la serie House of Cards como el vicepresidente Frank Underwood, o con Elizabeth Louis-Dreyfus como la vicepresidenta Selina Meyer de la serie Veep.

Pero esos tiempos parecen haber quedado atrás, no sólo por el anuncio de Trump, sino porque la cena en sí misma era motivo de polémica desde que, en las últimas semanas, se supo que las cadenas CNN y MSNBC, entre otras, evaluaban no asistir y que otros medios suspendieron las fiestas que organizan para después del evento, como The New Yorker y Vanity Fair. Además, algunos protagonistas de la sátira política estadounidense habían anunciado que harían fiestas alternativas para boicotear la primera Cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca que sería presidida por Trump.

Estas medidas buscaban denunciar el maltrato de Trump a la prensa y sus críticas hacia los medios, a los que acusa de mentir y de engañar a los estadounidenses. La última de esas críticas llegó el viernes, cuando el presidente aseguró que medios como el diario The New York Times y CNN “no dicen la verdad a sabiendas”. Además, criticó un aviso que ese periódico planeaba pautar durante la entrega de los premios Oscar, anoche, en el que defiende la verdad sobre “la verdad alternativa”, en alusión a los “hechos alternativos” que ha propuesto el equipo de Trump. Ese mismo día, la Casa Blanca impidió que los corresponsales de The New York Times, Los Angeles Times, CNN y el periódico digital Politico -medios a los que Trump suele criticar- ingresaran a un encuentro con su portavoz, Sean Spicer.

Cansado de los “ataques” de los “medios deshonestos”, Trump convocó a sus seguidores a hacer una marcha a su favor. “¡Sería la más grande de todas!”, dijo.