El gobernante Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) ganó las elecciones legislativas en Holanda, y su líder, Mark Rutte, se perfila nuevamente como el próximo primer ministro. Para que continúe en el cargo, los dirigentes del partido ganador -que perdió ocho escaños en el Parlamento en esta votación- tendrán que reunirse con las demás formaciones y buscar alianzas que garanticen la gobernabilidad. Necesitarán el apoyo de 76 diputados en el Parlamento de 150.

Los resultados finales muestran que el VVD obtuvo 33 escaños, seguido por el ultraderechista Partido por la Libertad (PVV), que alcanzó 20. Comparten la tercera posición, con 19 escaños, Llamada Demócrata Cristiana y los progresistas de Demócratas 66. El gran perdedor de las elecciones fue el socialdemócrata Partido del Trabajo, que perdió 29 escaños y se quedó con nueve. En tanto, la Izquierda Verde y el Partido Socialista holandés recibieron 14 escaños cada uno.

Rutte dijo durante la campaña electoral que Llamada Demócrata Cristiana y Demócratas 66 son los partidos más cercanos al programa electoral del VVD, por lo que es probable que elija pactar con ellos. Sin embargo, necesitaría también el apoyo de una cuarta formación para llegar al número de escaños requerido.

Por lo pronto, la maquinaria política ya empezó a moverse en busca de la coalición. La presidenta del Parlamento, Khadiya Arib, confirmó ayer que la ministra holandesa de Salud, Edith Schippers, será la encargada de hacer la primera ronda de consultas con los partidos el lunes para tener una primera idea de las opciones que hay sobre la mesa. Se espera que de ese encuentro surja una lista de posibles coaliciones, que Schippers deberá incluir en un informe que tendrá que entregar el miércoles a la Cámara de Representantes para que lo pueda discutir.

El nombre de Schippers surgió ayer durante una reunión que los líderes de los partidos mantuvieron con Arib para dar a conocer sus opiniones sobre la formación del nuevo gabinete. Lo que es seguro, por el momento, es que el PVV del xenófobo y euroescéptico Geert Wilders no lo integrará. El miércoles, después de conocer los resultados, Wilders exigió “un puesto en el futuro gobierno” porque se consideró un “ganador” al haber sumado cinco escaños.

Rutte y otros líderes políticos se mostraron aliviados por haber frenado su avance y aseguraron que su discurso racista no tendrá lugar en ninguna coalición posible. “Estoy muy contento de que nosotros hayamos sido los que detuvimos el populismo, pero ese populismo no ha desaparecido y me preocupan los que votaron al PVV y las preguntas que se están haciendo ahora”, dijo ayer Rutte en ese sentido.

Para el primer ministro turco, Binali Yildirim, Turquía también puso de su parte para evitar que ganara el “racismo” de Wilders. “Incluso ahora Europa hace política como Turquía. Miren los resultados en Holanda: Turquía logró reajustarlos. El racismo se ha roto por un tiempo en Europa. Estas políticas hostiles no los han llevado a ningún lado”, dijo Yildirim durante un acto a favor del referéndum constitucional que celebrará su país el 16 de abril.

En contrapartida, el Frente Nacional francés consideró que el ascenso de Wilders en las elecciones constituye un “éxito” que ilustra el empuje de los “patriotas” en Europa, en palabras del secretario general de la formación, Nicolas Bay. En una línea similar, el vicepresidente del partido de extrema derecha, Florian Philippot, dijo que “el hecho de que Wilders progrese muestra que hay una aspiración de los pueblos europeos a más soberanía, a más independencia y contra la inmigración masiva”. Aseguró que el PVV “ganará la próxima vez”.

Rutte advirtió ayer que las negociaciones para formar gobierno serán “un poco complejas” y reconoció que pueden llevar “semanas”. Después de las elecciones anteriores, por ejemplo, el VVD y los socialdemócratas necesitaron 54 días para llegar a un acuerdo. Sin embargo, el actual Parlamento quedó más fragmentado en esta ocasión, por lo que podría llevar más tiempo. De todas formas, se mostró optimista: “Es inevitable que salgan a la luz las diferencias, pero ahora es importante unir de nuevo al país y formar un gobierno estable para los próximos cuatro años”.