“El cobarde asesinato de Denis Voronenkov es un acto de terrorismo de Estado por parte de Rusia, país que se vio obligado a abandonar por motivos políticos”, dijo ayer Poroshenko en una reunión con responsables de las fuerzas de seguridad de Ucrania. Afirmó que “se ve clara la mano de los servicios secretos rusos, la misma que se ha manifestado en varias ocasiones en diversas capitales europeas”.

Voronenkov -que integraba el Partido Comunista de Rusia- murió baleado ayer al mediodía, cuando salía de un hotel en pleno centro de Kiev. Según la Policía ucraniana, el autor de los disparos fue herido por el guardaespaldas del ex legislador y murió unas horas después en el hospital. El subdirector de la Policía de Ucrania, Alexandr Vakulenko, apuntó a la posibilidad de que Rusia pudiera estar implicada en el asesinato, ya que el ex diputado era poseedor de “información importante”. La portavoz de la Fiscalía General, Larisa Sargán, también se inclinó por esta hipótesis.

El ex diputado había huido a Ucrania en diciembre. Poco después, Rusia lo acusó de estafa, falsificación de documentos y apropiación ilícita de un edificio. Hace tres semanas, al percibir que el político no iba a volver, las autoridades rusas lanzaron una orden de búsqueda y captura en su contra.

Desde Ucrania, Voronenkov atacó en varias ocasiones al gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin. En una de sus entrevistas más polémicas, acusó al Kremlin de manipular las elecciones -tanto las presidenciales como las parlamentarias y municipales- y también acusó a los servicios de seguridad de usurpar el poder y controlar la Cámara de Diputados. Además, aseguró que la Rusia de Putin se parece cada vez más a la Alemania de Hitler y que la atmósfera en el país es una “locura pseudopatriótica”. Dijo también que la anexión rusa de Crimea, que él mismo apoyó cuando era diputado, fue un “gran error”, al que se oponían muchos de los altos funcionarios del Kremlin, y que fue decidida “por un solo hombre”, en referencia a Putin.

A esto se le suma que, a mediados de febrero, Voronenkov declaró en Kiev contra el derrocado presidente ucraniano Viktor Yanukovich, exiliado en el sur de Rusia, en un caso de alta traición. Estas declaraciones le valieron el calificativo de “traidor” por parte de sus antiguos compañeros de partido y de otras formaciones políticas. Este podría haber sido el motivo del asesinato, de acuerdo con Poroshenko. “Voronenkov era uno de los testigos clave de la agresión rusa contra Ucrania y, en particular, del papel de Yanukovich en la entrada de las tropas rusas en Ucrania”, argumentó.

El gobierno ruso no tardó en responder. “Consideramos que todas las invenciones que ya se oyen sobre la cacareada pista rusa son absurdas”, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. En su opinión, lo ocurrido ayer en Kiev muestra que la parte ucraniana no supo garantizar la seguridad del ex legislador. Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, dijo que su país espera que la Policía ucraniana pueda esclarecer el caso sin politizarlo, aunque se mostró pesimista respecto de los avances que podrían lograr las autoridades allí. “El ‘régimen-asesino’, como ya lo llaman, por lo visto también en esta ocasión hará todo por que nadie nunca sepa la verdad de lo que ocurrió en Kiev. Después de las declaraciones del presidente de Ucrania no nos queda ninguna duda al respecto”, afirmó.