“El terrorismo nunca intimidará a los londinenses”. La frase la tuiteó el alcalde de Londres, Sadiq Khan, pero el mensaje se repetía ayer en los pronunciamientos públicos de jerarcas británicos y europeos, después del ataque frente al Parlamento británico. La Policía enseguida catalogó lo ocurrido de ataque terrorista, “hasta que se pruebe lo contrario”. En la misma línea se pronunciaron las autoridades británicas, incluida la primera ministra, Theresa May, que condenó el “enfermizo y depravado ataque terrorista”.

Según la reconstrucción del ataque que hizo la Policía Metropolitana de acuerdo a testigos -entre ellos algunos policías-, un hombre que actuó en solitario avanzó en auto hacia el Parlamento de Londres por el puente Westminster, subió a la vereda y atropelló a varias personas. Estrelló el auto contra las rejas que rodean la plaza que está frente al Parlamento y descendió armado con dos cuchillos de cocina. Caminando, avanzó hacia la puerta del Parlamento, con la intención de entrar, cuando fue interceptado por policías. Apuñaló a uno de ellos y otro le disparó y lo mató. El ataque causó la muerte de cinco personas, entre ellas el atacante y el policía apuñado, así como una mujer que cayó del puente Westminster al río Támesis al ser atropellada. Además, unas 40 personas fueron heridas.

Tras el ataque hubo escenas de sorpresa, pero la gente actuó de forma ordenada ante los pedidos de los policías de que se alejaran del lugar. Las puertas del Parlamento fueron cerradas, y así permanecieron durante varias horas, hasta que la Policía confirmó que se trataba de un atacante solitario, de quien ni siquiera se sabía la identidad en la tarde de ayer. El Parlamento anunció, como demostración de que la sociedad no debe amedrentarse por estos ataques, que mañana retomará sus sesiones habituales.

Por su parte, el Parlamento de Escocia aumentó sus medidas de seguridad y, en demostración de solidaridad, suspendió por tiempo indeterminado el debate sobre un nuevo referéndum de independencia. Diputados oficialistas habían intentado continuar con el debate, que comenzó unos minutos antes del ataque, pero los partidos de la oposición exigieron suspenderlo.