La fiscalía de Malasia acusará de asesinato a las dos mujeres que fueron detenidas por la muerte de Kim Jong-nam, el hermano mayor del líder norcoreano Kim Jong-un. La acusación se presentará hoy contra las dos mujeres: la indonesia Sitti Aisyah, de 25 años, y la vietnamita Doan Thi Huong, de 28. Según la investigación judicial, ellas tiraron a la cara de Kim Jong-nam un líquido, que resultó arma química considerada de destrucción masiva por las Naciones Unidas, conocida como “agente nervioso VX”. El asesinato fue cometido en el aeropuerto de Malasia. Allí Kim Jong-nam iba a abordar un vuelo a la ciudad china de Macao, donde residía.

Las mujeres han declarado a la Justicia que pensaban que estaban participando en una broma o un reality show, y que recibieron dinero a cambio. La Justicia también mantiene detenido a un ciudadano norcoreano, Ri Jong-chol, aunque se desconoce si participó en el ataque, y busca a otros cuatro hombres de esa nacionalidad, pero sospecha que ya regresaron a Corea del Norte.

Según legisladores de Corea del Sur, los servicios de inteligencia de su país concluyeron que detrás del ataque contra Kim Jong-nam está el gobierno norcoreano. Ayer, en la Conferencia de Desarme de las Naciones Unidas en Ginebra, el canciller de Corea del Sur, Yun Byung-se, dijo que Corea del Norte debería ser suspendida del organismo por el uso de armas químicas. Agregó: “Este régimen impulsivo, impredecible y brutal está dispuesto a atacar de nuevo, en cualquier momento, en cualquier parte”.

Corea del Norte ha rechazado estas acusaciones e incluso niega que el fallecido sea el hermano de Kim Jong-un. Respalda esa negativa remarcando que la persona asesinada llevaba un pasaporte a nombre de Kim Chol. Sin embargo, ayer envió una comitiva a Malasia para recuperar el cuerpo.