El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, condenó los pagos de la constructora brasileña Odebrecht a su campaña electoral de 2010, revelados ayer por uno de sus asesores más cercanos, y aseguró que no estaba al tanto de esos hechos. “No autoricé ni tuve conocimiento de estas gestiones, las cuales se hicieron en directa violación de las normas éticas y de control que exigí que se impusieran en la campaña”, dijo Santos en un video divulgado por la Presidencia. “Lamento profundamente y pido excusas a los colombianos por este hecho bochornoso que nunca ha debido suceder y del que me acabo de enterar”, agregó.

Unas horas antes, Roberto Prieto, uno de sus asesores de campaña en 2010, reconoció en una entrevista radial que “sí hubo una operación irregular” hace siete años: la campaña de Santos recibió aportes de Odebrecht para pagar unos afiches y no incluyó ese pago -400.000 dólares- en los libros de contabilidad. Pero aclaró que Santos “no tuvo nada que ver”.

En su mensaje, el presidente colombiano pidió a todos los involucrados “que aclaren a la brevedad posible esta actuación inaceptable” y volvió a pedir a las autoridades competentes que investiguen y sancionen a los responsables de cualquier acto de corrupción. Concluyó: “Esta violación de las normas de la campaña no supone ni puede suponer que se deriven hechos de corrupción en mi gobierno”.