Rex Tillerson, el secretario de Estado de Donald Trump, no asistirá a la que sería su primera reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en una decisión que se considera una señal negativa hacia la alianza entre Estados Unidos y Europa. La ausencia de Tillerson fue anunciada ayer por las agencias de noticias Reuters y Efe, que consultaron a personas cercanas al secretario de Estado que pidieron que no las identificaran.

El encuentro entre los cancilleres de la OTAN está previsto para el 5 y 6 de abril, y se prevé que en esa misma fecha llegue a Estados Unidos el presidente chino, Xi Jinping. Tillerson prefiere estar presente en ese encuentro que asistir a la cumbre de cancilleres de la OTAN, que se realiza semestralmente y a la que iría el número dos del Departamento de Estado, Tom Shannon, informaron las agencias. Sus fuentes también señalaron que Tillerson se reunirá hoy con los demás cancilleres de la OTAN -en un encuentro de la coalición que enfrenta al grupo yihadista Estado Islámico, que la OTAN respalda- y que en abril el secretario de Estado viajará a Rusia.

Esta sería la segunda vez en las últimas dos décadas que un secretario de Estado estadounidense se ausenta de una reunión de cancilleres de la OTAN. La anterior fue en 2003, cuando Colin Powell canceló su visita debido a la guerra de Irak, informó el diario estadounidense The Wall Street Journal.

La ausencia de Tillerson en la reunión de la OTAN y su viaje a Rusia podrían alimentar la percepción de que el gobierno de Trump prioriza las relaciones con Moscú en detrimento de los vínculos con la alianza militar. Esta visión se ve potenciada por el hecho de que Trump no ha recibido al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que está en Washington para la reunión de hoy. Trump sí se reunió con Stoltenberg en febrero, cuando en un comunicado conjunto ambos confirmaron que el presidente estadounidense asistirá a fines de mayo a una cumbre de la OTAN que se llevará a cabo en Bruselas.