El ala más radical de Alternativa para Alemania (AfD, por las iniciales en alemán) se adueñó de ese partido ultraderechista en una votación interna en la que fue derrotado el sector liderado por la presidenta de esa organización política, Frauke Petry.

AfD celebró el fin de semana su congreso federal, cuya apertura estuvo en manos de Petry. La líder propuso adoptar posiciones más pragmáticas, de forma tal que en un futuro cercano AfD pueda integrar una coalición de gobierno con otros partidos. Su propuesta no contó con el respaldo suficiente para ser sometida a votación en el congreso. En las votaciones dirigidas a demarcar el programa de gobierno y a elegir a quienes encabezarán las listas del partido en las elecciones quedó claro que el sector mayoritario es el del ultrarradical vicepresidente de la AfD, Alexander Gauland. Las listas serán encabezadas, justamente, por Gauland y una de sus colaboradoras más cercanas, Alice Weidel.

Según los sondeos, AfD ingresaría por primera vez al Parlamento alemán en las elecciones de setiembre y podría ser clave para la conformación de un nuevo gobierno. Sin embargo, las posiciones radicales del partido hacen muy difícil que consiga aliarse con otras formaciones.

Durante el congreso de AfD se llevaron a cabo varias protestas contra el discurso del partido, xenófobo y antieuropeísta, y la ciudad de Colonia fue prácticamente tomada por la Policía, que buscaba garantizar la seguridad tanto del encuentro político como de los manifestantes.