La Casa Blanca presentó ayer evidencias “claras y consistentes” de que el gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, fue el autor del ataque químico de la semana pasada en Jan Shijun. Así lo afirmaron funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense. Si bien no dieron muchos más detalles, aseguraron a la prensa de Estados Unidos que tienen “pruebas fisiológicas” de que el gobierno sirio usó gas sarín contra la población de una localidad que está bajo control de las milicias opositoras. Además, según esos medios, los funcionarios confirmaron la autenticidad de fuentes externas que demuestran que un avión caza sirio lanzó el ataque desde la base aérea de Shayrat, que después fue bombardeada por Washington. Agregaron que es muy poco probable que Rusia no estuviera al tanto del ataque, considerando la relación de décadas entre las fuerzas armadas sirias y rusas, y que en la base de Shayrat operan militares de ambos países.

Por otra parte, los funcionarios aseguraron que no hay pruebas que verifiquen la versión siria y rusa de que las muertes ocurrieron a causa de un bombardeo contra una fábrica de armas químicas de un grupo terrorista. En cambio, Estados Unidos considera que la agresión tenía “motivos operacionales”, con el objetivo de ejercer presión en zonas claves de la oposición armada, para mantener el control de la ciudad de Hama.

El gobierno del presidente Donald Trump también aseguró que tiene pruebas de que un militar sirio vinculado con el programa químico de ese país estuvo presente en Shayrat antes de que se lanzara el ataque, y publicó una cronología sobre lo que pasó ese día, desde que los aviones empezaron a sobrevolar la localidad siria hasta que los hospitales se inundaron de personas con síntomas de haber sufrido un choque químico.