“He llegado a la conclusión de que la única manera de garantizar certeza y seguridad en los próximos años es con la convocatoria de unas elecciones”, explicó ayer la primera ministra británica desde Downing Street. El anuncio fue inesperado, porque May había rechazado la opción de adelantar las elecciones -previstas para 2020- prácticamente desde que asumió como jefa de gobierno, en julio. Ayer lo reconoció, cuando dijo que había tomado la decisión “con renuencia”. Después agregó: “Pero es con una fuerte convicción que digo que es necesario asegurar el liderazgo fuerte y estable que el país necesita para atravesar el brexit y seguir adelante”.

Según consideró la primera ministra, las actuales divisiones en el Parlamento pueden arriesgar el éxito de las conversaciones sobre la retirada del país del bloque europeo. Para respaldar esta idea, May dijo ayer que el Partido Laborista, el principal de la oposición, amenazó con votar en contra del acuerdo final al que llegue Reino Unido con la UE, mientras que los independentistas del Partido Nacionalista Escocés se oponen en general al trabajo que su gobierno está haciendo en cuanto al brexit. “En este momento de enorme significado nacional, debería haber unidad aquí en Westminster, pero en cambio hay división. El país se está uniendo, pero Westminster no”, agregó.

May espera que las elecciones le den legitimidad democrática entre los británicos -ella se convirtió en primera ministra tras la dimisión de David Cameron, sin haber sido sometida al voto-, ayuden a reforzar su escasa mayoría en el Parlamento y le den un nuevo impulso para poner su sello en las reformas en educación y salud. A la vez, su triunfo electoral consolidaría su posición en las negociaciones con la UE que iniciarán en junio. Agregó: “Será una decisión entre un liderazgo fuerte y estable en el interés nacional conmigo como su primera ministra o una débil e inestable coalición de gobierno liderada por Jeremy Corbyn”, el líder de los laboristas.

Está previsto que el gobierno presente hoy en el Parlamento la moción que autorice la celebración de estas nuevas elecciones, aunque se tratará de un trámite meramente formal porque el Partido Conservador tiene mayoría en la Cámara de los Comunes. Además, el laborismo ya adelantó que apoyará a May en la votación. Su líder, Corbyn, aplaudió el anuncio de la primera ministra y se alegró de que los británicos tengan la oportunidad de “votar un gobierno que anteponga los intereses de la mayoría”, según dijo en un comunicado. “El laborismo ofrecerá al país una alternativa a un gobierno que ha fracasado a la hora de reconstruir la economía, que ha provocado que caigan los estándares de vida y ha dañado y ha hecho recortes a nuestros colegios y nuestro sistema público de salud”, apuntó.

En tanto, para la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, May quiere adelantar las elecciones para “impulsar a Reino Unido hacia la derecha”, “imponer recortes más profundos” y “forzar un brexit duro”, es decir, la salida del bloque sin mantener el acceso al mercado único europeo. La líder nacionalista inició hace unas semanas el proceso legal para convocar un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia por considerar que su región votó mayoritariamente a favor de permanecer en la UE y porque, justamente, se opone al brexit duro que defiende el gobierno británico.

Los últimos sondeos de intención de voto muestran que May tiene todas las chances de renovar su mandato. Una encuesta de intención de voto de YouGov publicada el in de semana sitúa al Partido Conservador en el primer lugar con 44%, seguido por los laboristas con 23%. El estudio también revela la popularidad que cosecha May: 50% de los encuestados consideró que es la mejor opción para liderar el gobierno. En cambio, sólo 14% eligió a Corbyn, quien en los últimos meses se ha visto afectado por el poco apoyo que tiene en el seno de su propio partido.

Por otra parte, el Consejo Europeo (CE) aseguró tras el anuncio de May que la convocatoria de elecciones anticipadas no cambiará los planes de la UE en relación con el brexit. Los líderes de los países del bloque, excepto Reino Unido, se reunirán el sábado 29 en Bruselas para acordar las directrices de la negociación, que deberán estar listas para el 22 de mayo, según informó ayer el portavoz del CE, Preben Amann. A partir de ese día, los 27 estados miembros podrán empezar formalmente las negociaciones.