Pasaron seis fechas para que Racing volviera al triunfo. En el transcurso de la semana, Ney Morales había dejado el puesto de entrenador y Pablo Peirano se había hecho cargo del equipo albiverde, que enfrenta una situación complicada. El flamante director técnico, que jugó en Racing en 2002, contó solamente con cuatro días de trabajo, pero en la cancha se notó que en esas pocas horas logró potenciar algunas virtudes de los jugadores.
Para River Plate la del sábado fue una dura derrota, tras seis fechas sin caer. Pablo Tiscornia propuso algunos cambios en su juego, como la aparición de Matías Jones en el lateral izquierdo y la presencia del Canguro Richard Porta en el ataque, suplantando al suspendido Mathías Saavedra, expulsado en el partido con Peñarol.
Los hinchas cerveceros esta vez volvieron a sonreír. Su equipo ganó y propuso un juego distinto. Pablo Peirano fue el ayudante técnico de Gerardo Pelusso desde la salida de Mauricio Larriera, justamente cuando este último asumió la conducción técnica de los de Sayago en 2014. La historia se vuelve a repetir ahora con Peirano, que cumplió con el refrán de los entrenadores que debutan.
De arranque, la escuelita propuso. La llegada por las bandas fue fundamental, sobre todo por el lado de Franco Romero, que fue expeditivo en cada contra sayaguense. Así, en tan sólo diez minutos, el lateral cumplió con el manual de libro y se fue por la derecha. Recibió la devolución de la pared dentro del área y definió con gran calidad.
Pero River Plate también fue un equipo rápido y tenaz. La velocidad de Giovanni González y la calidad de Diego Rodríguez fueron peligrosas para el fondo albiverde, que falló en varias ocasiones y la pasó mal. En una contra bien ejecutada, con un remate que Diego Melián dejó corto en el rebote, los darseneros se encontraron con un rápido empate, tras una muy buena definición del Zurdo Diego Rodríguez.
Para el complemento Racing se alineó mejor. Fue más fino cuando tenía el balón y aprovechó la velocidad constante de Nicolás Sosa, a quien le costó encontrarse con Yoel Burgueño. River cedió terreno rápidamente y dejó espacios que fueron bien aprovechados por varios jugadores cerveceros. En un ataque rápido, tras un precioso centro de Jesús Trindade, Sosa se elevó muy bien y cabeceó con un misil a quemarropa a las manos de Nicola Pérez. El arquero darsenero dio rebote, y apareció Gastón Alvite para poner el 2-1.
Con más espacios, los de Sayago tuvieron infinidad de contragolpes, pero no pudieron liquidar el pleito y sufrieron hasta el final. River no se quedó y atacó, pero la firmeza en la defensa albiverde apareció cuando el equipo lo necesitaba. Racing ganó con el director técnico que debutó.