El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) terminó el viernes la verificación de las firmas de militantes que dieron su aval a los tres candidatos que se postularon al cargo de secretario general de esa organización política. Los aspirantes tenían que conseguir el apoyo de al menos 5% de los afiliados al partido, un poco más de 9.000 firmas, y los tres lograron reunirlas. De esta forma, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López quedaron confirmados para disputarse el liderazgo socialista en las elecciones internas del domingo 21.

La presidenta de Andalucía recabó 63.610 avales, más de los obtenidos por el ex secretario del PSOE (57.369) y el ex lehendakari (cerca de 12.000). En los tres casos, los órganos encargados de la verificación tuvieron que invalidar parte de las firmas presentadas: 4.635 que respaldaban a Díaz; 4.407 a Sánchez, y 1.052 a López, según datos divulgados por los equipos de los candidatos. La proclamación definitiva tuvo lugar ayer, día en que vencía el plazo estipulado para resolver los reclamos que pudieran surgir sobre el recuento.

“De corazón, no esperaba tanto. La respuesta ha sido infinitamente mayor de la que esperaba. Debe ser un incentivo para trabajar más”, dijo Díaz luego de conocer los números, en un acto de campaña en Salamanca. “La candidatura de Susana tiene un enorme apoyo y genera una enorme ilusión, como ha quedado demostrado con el número de avales”, dijo Nino Torre, secretario general de las juventudes socialistas, al presentar las cajas con las firmas de apoyo a la dirigente.

Por su parte, Sánchez dijo sentirse “abrumado por este apoyo” y esta “corriente de ilusión”, y consideró que su movimiento está “en las puertas de un nuevo partido que va a dejar atrás a un PSOE donde cuatro decidían, por un partido donde deciden todos”. Lo hizo en un acto en Jerez de la Frontera, en el que se mostró confiado de que el partido vivirá el 21 una cita “histórica” en la que se juega la renovación. “Tendremos que pensar en ser socialistas en el siglo XXI. [...] Queremos un PSOE que lidere la regeneración política de este país”, afirmó Sánchez. El dirigente cree que si su candidatura gana, “abrirá las compuertas para que aumente el número de afiliados” y “de gente joven”.

En tanto, desde el equipo de López les restaron importancia a los avales, un “trámite” que no se puede convertir “en una competición o confrontación”, en palabras de Óscar López, ex portavoz del PSOE en el Senado y miembro del equipo de campaña de la candidatura del político vasco. El domingo, el ex lehendakari volvió a rechazar las propuestas de Díaz y de Sánchez de que se sumara a sus candidaturas, porque prefiere no tomar partido en un enfrentamiento que está generando “crispación y división” en la militancia del partido. “Nosotros no vamos a armar bloques enfrentados, vamos a unir. Nosotros no vamos a cavar trincheras, sino a tender puentes”, enfatizó.

El enfrentamiento entre los equipos de Díaz y Sánchez ha ido escalando desde que se presentaron los avales. Las descalificaciones hacia la candidata se agudizaron el domingo cuando, en un acto que cerraba con un discurso de Sánchez, el alcalde de Calasparra, José Vélez, acusó a la comisión gestora del PSOE -que lidera temporalmente el partido desde octubre- de “prácticas mafiosas” y de haberse “puesto de rodillas” ante el presidente de España, Mariano Rajoy, en un ataque que también fue directamente para Díaz.

El equipo de la dirigente andaluza reaccionó enseguida. “El problema no son las declaraciones del alcalde de Calasparra [...] Lo más grave es el silencio cómplice de Pedro Sánchez, que ante tantas barbaridades e insultos no las ha desautorizado. Más grave que las difamaciones es que Sánchez no las desautorice. Nos preocupa que su campaña sea la antesala de la forma en que quiere dirigir el partido”, cuestionó Pilar Alegría, secretaria de Organización de Aragón y miembro del equipo de Díaz.

Los equipos de los tres candidatos se reunieron ayer para acordar las condiciones del único debate que habrá antes de las internas socialistas. Está previsto para el lunes que viene, en la sede del PSOE en Madrid, y estará estructurado en tres bloques: político, socioeconómico y modelo de partido.