La Fundación Nacional del Indio de Brasil creó un grupo de trabajo para evaluar la situación de los indígenas de la etnia gamela después de que un grupo de ellos fuera atacado el domingo. Habían ocupado un terreno privado que reclaman como tierras ancestrales, el 28 de abril, pero dos días después, el domingo, optaron por desocuparlo ante el temor de sufrir un ataque armado. El terreno se encuentra en la ciudad de Viana, en el estado de Maranhão, donde es frecuente que los indígenas sean atacados por grupos de hombres armados que, según se ha denunciado, son contratados por los estancieros de la zona.

Cuando desocupaban el terreno, los indígenas fueron atacados por hombres con facones y armas de fuego, y 13 fueron heridos. Ayer tres de ellos seguían internados en estado grave; uno recibió varios disparos, sus manos fueron amputadas y sus rodillas cortadas, denunció el Consejo Indigenista Misionero (Cimi), una organización vinculada con la iglesia católica y cercana a los indígenas. El Cimi también denunció que el ataque fue “planeado y articulado” por agricultores de la zona que quieren ver “extinguidos” a los indígenas. Algunos de los que fueron atacados denunciaron que la Policía Federal, que estaba en el lugar debido a la ocupación de una propiedad privada, vio lo que sucedía y no intervino.

El ataque ocurrió después de que el diputado de Maranhão Aluísio Mendes dijera en una entrevista que los gamelas son “seudoindígenas” que “amenazan” a la población “trabajadora”. El Cimi también denunció que desde hace días estancieros de la zona llamaban a rodear a los gamelas y atacarlos para que dejen de ocupar propiedad privada.