En su primer día de regreso a la secretaría general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, recibió la oferta de Unidos Podemos de retirar una moción de censura contra el gobierno de España, que presentó el viernes, en caso de que los socialistas quieran promover una moción propia. El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, anunció públicamente la propuesta. Dijo que el “PSOE es un partido histórico necesario para poner fin al gobierno del saqueo y de la corrupción”, en alusión a las acusaciones que pesan sobre el gobernante Partido Popular (PP). “Creemos que es el momento de la generosidad, de hacer todo lo posible para pasar página e intentar que este partido [el PP] que los jueces describen como una organización criminal sea desalojado de las instituciones”.

El sábado, Unidos Podemos reunió a miles de personas en Madrid, en una manifestación de apoyo a su moción de censura. Sin embargo, no cuenta con los votos propios ni con los apoyos necesarios en el Parlamento para hacer caer al gobierno de Mariano Rajoy. Tiene 67 diputados y necesitaría reunir la mayoría absoluta en el Parlamento, 176.

Además de sumar apoyos, el cambio de una moción por otra implicaría proponer otro candidato para sustituir a Rajoy. Cuando un partido presenta su moción de censura también debe nombrar a un postulante al cargo de presidente del gobierno, para el caso de que el actual sea destituido por el Parlamento. El viernes, Unidos Podemos propuso a su líder, Pablo Iglesias, y es de esperar que si el PSOE presenta una moción, postule a un candidato de sus propias filas.

Después de la conferencia de prensa de Unidos Podemos, Iglesias conversó con Sánchez y le habló sobre la propuesta, pero no se dio a conocer cuál fue la respuesta del líder del PSOE. Según informó el periódico digital eldiario.es, los dos dirigentes hablaron del rechazo común al gobierno del PP, y de los casos de corrupción en que está envuelto, pero manifestaron respeto por sus “estrategias diferentes” acerca de cómo hacer oposición.

Por su parte, Rajoy dijo ayer a periodistas que “no va a haber adelanto de elecciones”. Explicó que va a tratar de llegar a entendimientos con Sánchez, y dijo que si no lo saludó el domingo, cuando se supo que había sido elegido líder de los socialistas, fue “para no molestarle”.