El noticiero Telenoche informó ayer que el Ministerio del Interior (MI) sustituirá al director de la Unidad Nº 4 (ex Comcar), Marcio Dávila, y a la subdirectora técnica, Flavia López. La decisión se tomó pocos días después de que se divulgara la noticia de que varios presos del módulo 8 del complejo carcelario sufrían de desnutrición.
Si bien desde el MI aseguraron que los dos hechos no están relacionados, una fuente de organismo reconoció que el ministro, Eduardo Bonomi, definió la situación como “escandalosa”, y consideró “inaceptable que el director de un penal permita que esa información se filtre a la prensa”. De todas maneras, los funcionarios relevados pasarán a ocupar estos mismos cargos en el Penal de Libertad, en una suerte de enroque, que incluye también el pasaje de las actuales autoridades de esta cárcel al ex Comcar. Bonomi explicó que esta decisión “forma parte de la estrategia del MI, consistente en hacer cambios superficiales al sistema penitenciario con el objetivo de que todo siga como antes”. El jerarca adelantó que “ahora sólo falta intercambiar a los presos para dejar todo igual”. Se prevé que el traslado de los reclusos se haga en el correr del año. Un jerarca del Instituto Nacional de Rehabilitación explicó que el operativo será “complejo”, ya que “es muy riesgoso vaciar las dos cárceles al mismo tiempo. Lo más probable es que llevemos todos los presos de una de las cárceles a la otra, dejemos a todos conviviendo en las mismas celdas durante un par de meses, o a lo mejor años, y después hagamos la segunda parte del intercambio. Es cierto que estaríamos duplicando la situación de hacinamiento, pero la verdad es que entre que haya 30 presos en una celda para ocho, o 60, es más o menos lo mismo. Creo que una de las reglas Mandela dice que cuando las violaciones a los derechos humanos alcanzan cierto límite, ya no importa nada. En realidad no estoy seguro porque no las leí, pero, no sé, a mí me resulta de lo más razonable”.