El partido entre cerveceros y franjeados, el sábado en La Curva de Maroñas, reflejó con nitidez los momentos que están viviendo uno y otro. Por un lado, un equipo que supo sobreponerse de una derrota, volvió a ganar y está en la pelea; por otro, uno que sigue hundido, que no puede sumar de a tres y al que le sigue costando concretar las chances que genera en ataque. Racing ganó, a pesar de no dominar el partido, y sigue sumando valiosos puntos que lo entusiasman en este Intermedio y le permiten soñar con un puesto de clasificación a torneos internacionales por su buena figuración en la Tabla Anual. Danubio no levanta cabeza, y el clima interno es cada vez más duro.
Gastón Machado formó un 4-4- 2, con Marcelo Saracchi y Jorge Graví por afuera; ambos volantes externos con su velocidad apretaron sobre la salida de Racing, forzándolo con frecuencia a jugar con pelotazos largos. Abdiel Arroyo y Jonathan dos Santos fueran las armas con las que los danubianos buscaron inquietar, pero la defensa cervecera los cerró bien. El gran problema de Danubio fueron las transiciones de defensa a ataque, mal hechas, con errores que determinaban que le dieran rápidamente la pelota al rival, que inquietaba de contragolpe.
En el complemento Danubio fue superior y las chances aparecieron. Un centro del buen juvenil zurdo Marcelo Saracchi desde la izquierda derivó en el primer gol del partido, a los 55 minutos. El arquero racinguista Diego Melián se equivocó en el cálculo y dejó una pelota que Giovanni Zarino desaprovechó para poner el 1-0. Ese fue el único fallo que tuvo el guardameta de los de Sayago, que después fue clave para mantener a su equipo con vida con varias intervenciones.
Racing no se quedó. En una presión sobre la salida rival, el lateral Franco Romero robó una pelota que el panameño Arroyo no logró despejar. Romero tiró el centro y la pelota rebotó en la mano de un zaguero, y el penal, bien sancionado, le dio la chance a Nicolás Sosa de poner el empate. Iban 64 minutos y el empate tuvo un doble efecto inmediato: agrandó a Racing y les pegó muy feo a los locales, que intentaron apurar con la presencia de Juan Manuel Olivera y de Joaquín Ardaiz en el ataque, siempre difícil de parar. Los locales tuvieron sus chances, pero Melián estuvo firme, y ligó cuando un notable tiro libre del zurdo Lucas Olaza dio en el travesaño.
Esa vida que tuvo Racing le sirvió para generar contragolpes. En el final, a los 86 minutos, Gastón Alvite se mandó una gran corrida y, cuando parecía que definía, la pasó al medio para que Leandro Sosa hiciera el gol. El volante sacó un misil que resultó inatajable para Salvador Ichazo, y gracias al dulce momento de los Sosa, Racing sigue en la pelea.