Desde mañana al 7 de julio se llevará a cabo la quinta edición de la semana Lab Ted, una iniciativa impulsada desde el Plan Ceibal que busca acercar a los docentes del sistema educativo al mundo de disciplinas cada vez más en auge, como la programación y la robótica, y que año a año cuenta con entre 500 y 600 participantes de todo el país. En esta oportunidad, el tema de la actividad será el pensamiento computacional, y además de dotar a los docentes de herramientas teóricas al respecto, se les brindará herramientas más concretas para el trabajo en proyectos y en la resolución de problemas, principalmente desde la tecnología. Los contenidos están dirigidos tanto a profesionales que aún no han tenido un acercamiento al tema como a aquellos que hayan participado en instancias anteriores. Según explicó a la diaria Magela Fuzatti, jefa de Laboratorios Digitales del Plan Ceibal, las jornadas están destinadas a docentes de primaria y de educación media –tanto de UTU como de secundaria– y se trabajará a partir del marco teórico del pensamiento computacional, que muchos docentes ya están aplicando. Detalló que se trata de una corriente que tiene sus orígenes en el constructivismo, a partir del pensamiento de pedagogos como Seymour Papert o Jean Piaget, y se basa en la idea de “aprender haciendo”. De lo que se trata, señaló Fuzatti, es de que los estudiantes sean capaces de llevar adelante un proyecto, ya sea por iniciativa del docente o de ellos mismos, y que aprendan a resolver problemas concretos.
Si bien esta teoría sostiene que la resolución de los problemas puede terminar en procesadores de información que sean humanos, desde el Plan Ceibal se apuntará a trabajar en programación y robótica, tanto porque es una línea que ya se viene desarrollando como porque se entiende que es atractivo para los estudiantes. De lo que se trata, entonces, es de la resolución de problemas complejos, y para ello hay que descomponerlos, resolverlos por partes y después volver a unir esas partes. De esa forma, hay que realizar operaciones de abstracción a nivel del pensamiento, que permitan reconocer patrones para dicha resolución, ilustró la docente. Según Fuzatti, una ventaja de pensar de esa forma es la generación de algoritmos, es decir, la explicitación de cómo se resolvería el problema paso a paso. “A veces eso pasa por un prototipado, por eso se hace con programación, con un robot, con modelado 3D, o usás los sensores físico-químicos”, añadió.
Además, se aspira a que esta línea de trabajo vaya de la mano con las competencias que se proponen desde la Red Global de Aprendizajes para los Estudiantes del Siglo XXI; entre ellas, el pensamiento crítico, la creatividad y la comunicación.
Hay más
Si bien las actividades de Lab Ted se desarrollarán durante cuatro días, la misma agenda se repetirá cada jornada, por lo que los docentes que participen sólo concurrirán un día. Una de las novedades de este año será la charla sobre energías renovables que recibirán los docentes, a cargo del Ministerio de Industria, Energía y Minería. Esto se explica porque el tema de las Olimpíadas de Robótica, Programación y Videojuegos de este año será, precisamente, el agua y las energías renovables.
Está abierta la convocatoria a la fase clasificatoria de las olimpíadas, que se desarrolla en forma virtual. Los mejores proyectos pasarán a la fase final presencial, que tendrá lugar el 17 de noviembre en el edificio del Laboratorio Tecnológico del Uruguay. Fuzatti explicó que este es el cuarto año en que se realiza dicha actividad, cuyo número de participantes ha ido en aumento. Además, dijo que el foco de la olimpíada está puesto en compartir experiencias y no en competir. Habrá tres categorías para robótica y tres para programación y videojuegos; en ambos casos, las categorías son de tercero a sexto de escuela, ciclo básico y segundo ciclo de la enseñanza media. Además, hasta 30 equipos que hayan participado en ediciones anteriores de la olimpíada podrán competir en una categoría para acceder a la competencia First Lego League, en la que, por ejemplo, este año participó un grupo de estudiantes del liceo de Tala.