El presidente ruso, Vladimir Putin, y el chino, Xi Jinping, se reunieron ayer en Moscú para abordar proyectos de cooperación bilateral y asuntos internacionales, en medio de la tensión que generó el anuncio de Corea del Norte de que lanzó su primer misil balístico intercontinental. Este último hecho fue considerado “inadmisible” por los dos mandatarios, que le pidieron al gobierno norcoreano que, “de manera voluntaria”, declare “una moratoria de las pruebas con armamento nuclear y los ensayos de misiles balísticos”, según un comunicado conjunto que publicaron después del encuentro.

A la vez, los dos presidentes instaron a Estados Unidos y a Corea del Sur “a que se abstengan de realizar maniobras militares conjuntas a gran escala”, uno de los argumentos que siempre presenta Pyongyang para continuar con sus pruebas misilísticas.

Putin explicó después de la reunión con Xi que ambos acordaron promover “una iniciativa común” para solucionar el conflicto coreano, basada en el plan ruso de arreglo “por etapas” y la idea china de “congelar paralelamente las actividades de misiles y nucleares de Corea del Norte y las maniobras militares a gran escala de Estados Unidos y Corea del Sur”. Su par chino agregó: “Sea cual sea la situación en el exterior, nuestro compromiso en el desarrollo de las relaciones ruso-chinas sigue siendo inquebrantable”.

Se espera que Putin aborde el tema de Corea del Norte con el presidente estadounidense, Donald Trump, el viernes en Hamburgo, en el marco de la cumbre del G20.