Las polémicas declaraciones de Álvaro Vázquez, hijo del presidente Tabaré Vázquez, formuladas al semanario Brecha y publicadas el viernes, levantaron una polvareda considerable. Entre otras cosas, se refirió a la homosexualidad como “cierta tendencia” que tendría su origen en “desequilibrios hormonales”. Ante las numerosas acusaciones de homofobia que recibió, el hijo del mandatario aseguró ayer en un programa radial: “Yo no tengo nada en contra de los homosexuales. Dije lo que dije porque estoy por instalarme una clínica de tratamientos hormonales contra la homosexualidad. Pero eso lo hago desde mi posición de médico que ha consagrado su vida a la defensa de la salud mediante la actividad empresarial. Si en el día de mañana mi vocación de servicio y entrega me lleva a instalar una clínica para convertir a todo el mundo en homosexual mediante terapias genéticas, lo haría sin problema”.

En otro pasaje de la entrevista a Brecha, Vázquez aseguró que estaría dispuesto a presentarse como candidato a la presidencia si su sector se lo pide. Esto generó preocupación entre varios legisladores frentistas. Uno de ellos aseguró: “Después de las experiencias que tuvimos con Rafael Michelini, Javier Miranda, y –por supuesto– Raúl Sendic, no estamos para tener a otro “hijo de” como presidente, vicepresidente o cualquier cargo importante”. Esta preocupación es compartida por legisladores de los partidos Colorado y Nacional, desde donde recordaron que Luis Lacalle Pou y Jorge Batlle también son hijos de importantes figuras de la política nacional. Es por esto que las bancadas de los tres principales partidos están elaborando un proyecto de ley que obligaría a los gobernantes a declarar ante la Junta de Transparencia, antes de presentarse a las elecciones, la cantidad exacta de hijos que tienen, junto con un breve perfil de cada uno de ellos. “La gente tiene derecho a saber que cuando está eligiendo un candidato también está eligiendo a un posible sucesor”, afirmó un senador nacionalista.