El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, acusó a Reino Unido de no haber presentado propuestas “realmente” satisfactorias en las negociaciones para su salida de la Unión Europea (UE). “Hay una enorme cantidad de cuestiones pendientes de resolución”, dijo en una reunión cuyo contenido se filtró a varios medios europeos, en la que mencionó como ejemplo que todavía no se ha alcanzado “una respuesta definitiva” para la situación en la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, un tema que Juncker calificó de “muy serio”.

Al informar sobre las reuniones mensuales que mantienen representantes de la UE y de Reino Unido para negociar el brexit, Juncker dijo que “debe quedar ‘ultraclaro’” que primero se negociará la salida de Reino Unido y después la relación que habrá entre las partes una vez que salga del bloque. “No iniciaremos ninguna negociación sobre los futuros acontecimientos –con esto quiero decir sobre las futuras relaciones económicas y comerciales entre Reino Unido y Europa– antes de que se hayan resuelto todas las cuestiones referidas [...] al divorcio entre la UE y Reino Unido”, agregó.

Algo similar había dicho el negociador de la UE, Michel Barnier, que el lunes llamó a Reino Unido a “negociar seriamente” y tener “más claridad” en sus propuestas. Al cierre de la primera jornada de la tercera ronda de negociaciones, Barnier reconoció que está “preocupado” porque “el tiempo pasa rápido” y todavía no se alcanzaron puntos de acuerdo.

El cronograma aprobado por ambas partes establecía que hasta octubre se negociaría sobre la salida de Reino Unido de la UE y, a partir de ese mes, acerca de la relación entre ambos en el futuro. Sin embargo, todos los involucrados dan por descontado que no se logrará cumplir con el plazo. Esos tiempos fueron establecidos porque el 19 y el 20 de octubre hay una sesión del Consejo Europeo, que reúne a los jefes de Estado y de gobierno del bloque y que será el que defina si se avanza o no a la segunda etapa de las negociaciones, que comenzará con el foco en los vínculos comerciales.

La base de las diferencias está en el orden que quieren darles unos y otros a las negociaciones. Mientras que la UE ha mantenido la postura expuesta por Juncker – primero negociar los términos de la salida y después la relación posterior–, Reino Unido ha pedido que se negocien ambas cosas en simultáneo. El acuerdo consistió en empezar por los términos de la salida y, si para octubre había avances suficientes, incorporar la relación posterior para negociar ambas cosas en simultáneo.

James Slack, portavoz de la primera ministra, Theresa May, dejó en claro ayer que, más allá del acuerdo alcanzado meses atrás, Reino Unido nunca perdió de vista su objetivo de negociar en simultáneo.

Mientras tanto, Juncker, Barnier y los embajadores de los 27 países de la UE en Bruselas señalan varios puntos cuya resolución empieza a parecer urgente. En esa lista figuran cuestiones muy diversas. Una de ellas es la cuestión migratoria, los derechos que tendrán los ciudadanos comunitarios en Reino Unido y los de los británicos en los países de la UE. Otra es la cuestión jurídica: si la Corte Europea seguirá teniendo competencia sobre los asuntos británicos aprobados antes de la salida del país de la UE. Varias otras refieren a la relación en el futuro, como la cooperación entre los organismos de seguridad, los mecanismos de arbitraje del acuerdo y la articulación de futuras inversiones.