La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) desplegó durante el fin de semana una serie de ejercicios cívico-militares para enfrentar a la “amenaza imperial” del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien dijo que no descarta la “opción militar” para Venezuela. Según el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, los ejercicios fueron un éxito y mostraron una “sincronía perfecta” en las armas, que es posible gracias al grado de “instrucción” y “adiestramiento” que tiene la FANB.

La particularidad de estos ejercicios se encuentra en que no participaron solamente los militares, sino también los ciudadanos, a los que se entrenó en el uso de armas. Esta incorporación se hizo para que los civiles reciban “instrucciones y adiestramiento de actuación en caso de defensa de la nación” ante un escenario en el que sea necesario “responder a las agresiones de Estados Unidos”, dijo Darío Vivas, uno de los integrantes de la oficialista Asamblea Constituyente.

De acuerdo con el gobierno y los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela, la ciudadanía demostró mucho interés en participar en los ejercicios y varios civiles quisieron alistarse en la FANB. Sin embargo, medios conocidos por su oposición al gobierno, como el diario El Nacional, informaron que no hubo participación de los ciudadanos,sino de funcionarios, que fueron obligados a sumarse. En videos difundidos en redes sociales se puede ver a varias personas, en su mayoría hombres, con remeras rojas haciendo entrenamiento físico y portando armas de fuego. Por su parte, la oposición acusó al gobierno de haber gastado millones de dólares en ejercicios que no mejorarán la situación de los venezolanos, mientras el país atraviesa una crisis económica.

Durante el ejercicio militar en el estado de Táchira, en la frontera con Colombia, hubo un enfrentamiento entre el Ejército e integrantes de un grupo delictivo colombiano, Los Rastrojos, que se formó después de la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia. El gobierno de Nicolás Maduro denuncia desde hace años la presencia de paramilitares colombianos en Venezuela y ha acusado a estos grupos de seguir órdenes de la derecha del vecino país para perjudicarlo. El enfrentamiento entre unos y otros, que fue casual, causó la muerte de seis integrantes de la banda y permitió la detención de una mujer que aportó “información valiosa” para “llegar a las conexiones” de este grupo con “hechos irregulares”, dijo el jefe del Ejército, el mayor general Jesús Suárez Chourio.

Otro hecho violento del fin de semana, aunque se desconoce si estuvo vinculado con el ejercicio militar, fue la incursión de unos 20 miembros de la Guardia Nacional de Venezuela en la localidad colombiana de Paraguachón, donde “despojaron de dinero y celulares a varios ciudadanos”, según denunció Weildler Guerra, gobernador del departamento de La Guajira, en el que está ubicada esa localidad. El ministro de Defensa venezolano aseguró que la denuncia de Guerra es “totalmente falsa” y que el despliegue del Ejército en la frontera es el habitual, y está dirigido a combatir “el contrabando, el paramilitarismo, el narcotráfico, todos esos males” que vienen del “otro lado de la frontera”.