Albion fue el mejor de esta primera rueda, pero en la peleadísima divisional C todo cuesta, y el festejo se hizo esperar porque empezó ganando Salus con gol de Bryan Curbelo a los diez minutos del segundo tiempo. Desde ese momento todo se hizo cuesta arriba, porque para lograr el título necesitaban al menos empatar. En las otras canchas los resultados no le servían: Colón le ganaba –y finalmente le ganó 3-1– a Platense y Basáñez también le ganaba –y finalmente le ganó 3-0– a Potencia.
Esos resultados de equipos que también estaban implicados en la definición por el Apertura generaban una definición increíble, porque, al perder Platense y ganar Basáñez, si Albion no lograba empatar habría final con el sangre y luto para definir el título. Sólo necesitaban un gol –los resultados en las otras canchas ya estaban definidos–, y el gol de la gloria apareció. A los 88 minutos, Matías Fleitas, que había entrado a los 74 por Leandro Fernández –el hermano del delantero tricolor Sebastián–, tomó la pelota a unos metros del área, tras una falta que inventó el Manteca Martín Monroy, y la pudrió en el ángulo. El golazo desató la locura de los amigos, familiares e hinchas de Albion.
El golero Santiago Amorín, siempre con su musculosa del Che Guevara debajo de su pilcha azul, había subido a cabecear una de las últimas pelotas y terminó siendo un espectador privilegiado del gol que valió un título después de 117 años.
Ahora el torneo de la C proseguirá el fin de semana que viene con el arranque del Torneo Clausura.
La forma de disputa será en dos series. En la serie A estarán Albion, Colón, Bella Vista, Uruguay Montevideo, Potencia, Parque del Plata, Halcones y Artigas, mientras que la B quedó conformada por Basáñez, Platense, Huracán Buceo, Rocha, La Luz, Salus y Alto Perú. Los ganadores de cada grupo jugarán una final, y luego el campeón del Clausura jugará con Albion para definir el único ascenso a la Segunda División Profesional.