Con la excusa de participar en un concurso dirigido a jóvenes sobre la prevención del suicidio, un grupo de estudiantes de Formación Profesional Básica (FPB) Comunitaria en Deporte de una UTU en Tacuarembó elaboró un audiovisual sobre el tema. Si bien no obtuvieron premios ni menciones en el concurso, desde el punto de vista educativo la experiencia fue considerada enriquecedora y una posibilidad de asumir un proyecto de esas características. Así lo explicó a la diaria Claudia Pedrozo, docente que coordinó el trabajo, quien dijo también que se trata de jóvenes de entre 14 y 18 años que previamente se habían desvinculado de otros formatos educativos pero que ya están cursando el segundo año del FPB en Deporte.
El producto de la experiencia fue un corto de ocho minutos de duración que los estudiantes registraron con sus propios celulares, que cuenta la historia de un adolescente que, después de sentirse solo, empieza a buscar “señales” (así se llama el trabajo) que lo impulsen a seguir adelante y finalmente encuentra en sus amigos el respaldo necesario. Pero más allá del resultado, lo que quedó en la comunidad educativa de la UTU del barrio López fueron aprendizajes que tienen que ver con el proceso de trabajo. Pedrozo contó que en el centro educativo se planifica al comienzo del año las actividades y proyectos en los que puedan participar y que les permitan financiar viajes y actividades de diverso tipo. Una de las que visualizaron fue el concurso “La primera ayuda podés ser vos”, organizado por la Comisión Nacional Honoraria de Prevención del Suicidio, por intermedio del Ministerio de Educación y Cultura. En esa instancia podían presentarse actividades de integración comunitaria o productos artísticos que promovieran “el desarrollo de las habilidades para la vida, los vínculos saludables y la integración social”.
Cuando en el grupo hablaron de la participación en el concurso, surgió la idea de hacer algo que también vinculara la acrobacia, tema con el que venían trabajando. De la lluvia de ideas también surgió la necesidad de contar una historia que tuviera que ver con la realidad de los propios jóvenes. Finalmente, estuvieron de acuerdo en que el mensaje que pretendían expresar sería lo positivo de acercarse a otras personas y buscar nuevas actividades y, así, evitar el aislamiento.
Como corrían los días, la fecha de cierre del concurso se juntó con las vacaciones de julio, por lo que acordaron que se trataría de una actividad que quedaría por fuera de lo curricular y cuya participación sería voluntaria. Los estudiantes acordaron con la docente que el corto sería filmado durante las vacaciones en el predio de la Laguna de las Lavanderas, y finalmente participaron 12 de los 19 estudiantes que conforman el grupo. Más allá de la participación en el concurso, la docente señaló que se trató de un video que fue importante para los propios estudiantes que lo generaron, porque implicó la posibilidad de trabajar en un proyecto nuevo y al mismo tiempo los jóvenes se “animaron a mostrarse”, en un momento de la vida en que los conflictos con la imagen propia suelen estar a flor de piel. “El premio fue que ellos vieran cómo han avanzado en este tiempo”, detalló. Pedrozo contó que en el FPB Comunitario en Deporte también están trabajando en un proyecto de circo, por el que están elaborando un espectáculo de esas características que planean interpretar en los centros educativos de la zona a donde concurren niños. De esa forma, buscan que los más chicos vean su producción, que buscará transmitir valores como el respeto y el cuidado del otro.