En medio del clima irracional que se generó en la vecina orilla luego del empate 1-1 con Venezuela, sintetizado en su expresión más extrema por los programas deportivos argentinos, surgió una inquietud recurrente en los últimos tiempos cada vez que a la selección albiceleste no le salen bien las cosas: si es adecuado seguir jugando como local en el estadio Monumental riverplatense, la casa tradicional del equipo que hoy dirige Jorge Sampaoli.
En estas mismas Eliminatorias los argentinos jugaron tres partidos fuera de ese escenario, con la celeste en Mendoza, con Paraguay en Córdoba y con Colombia en San Juan, pero ahora, algunas versiones indican que dirigentes de peso de la AFA y el propio Sampaoli pretenden que el partido con los peruanos se juegue en la Bombonera, la cancha de Boca Juniors. “No hablé nunca con Sampaoli, pero sabía, charlando con otros dirigentes, que antes del partido con Venezuela a él le interesaba jugar en la cancha de Boca”, afirmó ayer Nicolás Russo, presidente de Lanús y vocal de la AFA, en declaraciones a la señal TNT Sports.
Los que defienden la postura de jugar en el reducto xeneize se basan en que en ese escenario se podría generar un clima más favorable a la selección local por sus peculiaridades más notorias –su cercanía a la cancha y su acústica–, pero en medio del desconcierto general emergió un recuerdo que condena al estadio boquense.
Fue allí, y justamente con los peruanos, donde Argentina quedó afuera del Mundial de México 1970, en un encuentro jugado el 31 de agosto de 1969 que finalizó con empate 2-2. Los argentinos debían ganar sí o sí ese encuentro para ir al Mundial mexicano, pero los peruanos –que tenían un gran equipo, en el que brillaban, entre otros, Teófilo Cubillas– lograron un memorable empate con dos goles de Oswaldo Cachito Ramírez.
En el ambiente pletórico de cábalas del fútbol, este recuerdo funesto no es un elemento menor, aunque al parecer habría otros factores más racionales que harían que el encuentro con Perú se juegue, tal como estaba establecido originalmente, en el Monumental. La AFA tiene un acuerdo firmado con River Plate para la utilización de su escenario en este partido e incluso las entradas se pondrán a la venta dentro de poco más de una semana. Por otra parte, la mayor capacidad de la cancha del millonario respecto de la de Boca, algo así como 12.000 localidades, inclinaría la balanza en favor del Monumental, teniendo en cuenta que las menguadas arcas de la AFA no pueden darse el lujo de perder esa recaudación.
La palabra final sobre el tema la tendrá el presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, quien la semana próxima elevará su postura al Comité Ejecutivo para su aprobación definitiva.