Esta semana se recuerda el Día Internacional de la Paz. Sin embargo, en Siria, la violencia ha sido continua por siete largos años. La magnitud del sufrimiento humano que ha ocurrido en ese tiempo es terrible. 13,6 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente y más de 4,5 millones de ellas están atrapadas en lo que se denomina, de manera eufemística, áreas “de difícil acceso”. No son áreas de difícil acceso: la ayuda podría llegar a ellas hoy mismo si las partes en conflicto lo permitieran.

El acceso humanitario a quienes lo necesitan es limitado. Esto significa que en lo que va del año se ha podido llegar a 753.000 personas, pero a 3,75 millones se les ha negado la ayuda salvadora de convoyes desde Damasco que podría cambiar sus vidas. Esto es completamente inaceptable y los bloqueos deben ser levantados para entregar ayuda a quienes más la necesitan.

Está claro que el régimen de Asad tiene la mayor parte de la responsabilidad por el sufrimiento del pueblo en Siria. Está en sus manos, hoy, permitir que la ayuda llegue a millones de personas en situación desesperada. Más del 90% de quienes viven sitiados están rodeados por el régimen y sus aliados.

El acceso humanitario sostenido y sin restricciones es vital. La adopción de la resolución 2165 del Consejo de Seguridad en julio de 2014, que permitió que se entregara ayuda transfronteriza a los sirios que la necesitan sin el consentimiento del régimen, ha sido fundamental para apoyar este objetivo. Gracias a esta resolución, desde julio de este año, más de 600 convoyes transfronterizos interinstitucionales han llegado a su destino. La renovación de esta resolución en los próximos meses es primordial para asegurar que esa ayuda esencial que cruza las fronteras continúe.

Mientras el conflicto sigue, el Reino Unido prioriza el salvamento de vidas, cubrir las necesidades humanitarias y de cooperación inmediatas y apoya también a las comunidades a sobrellevar el impacto del conflicto. El Reino Unido ha comprometido unos 3.300 millones de dólares en apoyo humanitario, nuestra mayor respuesta a una crisis individual. La comunidad internacional se reunió en Bruselas este año y comprometió 9.700 millones de dólares para apoyar a Siria y la región y se reunió nuevamente en Nueva york esta semana en la Asamblea General de la ONU para reforzar la importancia de estos compromisos.

La crisis en Siria ha sido creada por el hombre y está en poder del hombre acabar con ella. El Reino Unido continuará haciendo todo lo posible por cubrir las necesidades humanitarias y apoyará los esfuerzos para encontrar una solución duradera y de largo plazo que ponga fin al sufrimiento del pueblo sirio. Sin embargo, aunque acabar con la violencia y lograr un acuerdo político son pasos críticos para acabar con el sufrimiento de los sirios en el largo plazo, en este momento millones necesitan ayuda urgente. Nuestra respuesta a esto debe ser inmediata y nuestra atención a este asunto no debe vacilar hasta que la situación mejore de manera significativa.

Ian Duddy, embajador del Reino Unido en Uruguay