“Amenaza de misil balístico hacia Hawaii. Busque refugio inmediatamente. Esto no es un simulacro”. Miles de personas recibieron a las 8.07 del sábado, hora local, este mensaje de texto en sus celulares, enviado por la Oficina de Administración de Emergencias de Hawaii. El texto fue transmitido por medio del sistema de alerta de emergencias.

Los turistas que estaban en hoteles fueron trasladados a sótanos y en los restaurantes la gente se situó debajo de las mesas o en los espacios que consideraba más seguros. Algunos videos muestran a decenas de personas corriendo a un ritmo calmo en los alrededores de la Universidad de Hawaii, que cuenta con un búnker. Los sistemas de comunicación colapsaron mientras la gente intentaba comunicarse con sus familiares y personas más cercanas.

En junio las autoridades hawaianas desempolvaron el sistema de alarmas y los simulacros ante un eventual ataque, después de que expertos consideraran que Corea del Norte tiene misiles que podrían llegar a la isla, el territorio estadounidense más cercano a Corea del Norte (unos 6.000 kilómetros).

La Oficina de Administración de Emergencias de Hawaii tardó 38 minutos en emitir un nuevo mensaje generalizado en el que informaba que se trataba de una falsa alarma. “Fue un error cometido durante el cambio de turno. Un empleado presionó el botón equivocado”, dijo a la cadena CNN el gobernador de Hawaii, David Ige. Después agregó en Twitter: “La gente debe tener confianza en nuestro sistema de alerta de emergencia. Estoy trabajando para llegar al fondo de esto”.

La Comisión Federal de Comunicaciones, que tiene jurisdicción sobre los sistemas de alerta de todo el país, también anunció que hará una investigación completa por lo sucedido.

El reclamo de una investigación fue planteado por varios dirigentes locales y nacionales, entre ellos diputados y senadores que representan a este estado en el Congreso estadounidense. El senador Brian Schatz consideró que lo sucedido “es totalmente inexcusable” y exigió una “rendición de cuentas” de las autoridades locales. Por su parte, el edil hawaiano Matt Lopresti contó que se metió en la bañera junto con su familia y rezaron hasta que se informó que era una falsa alarma. “Estoy muy enojado en este momento, no debería ser tan fácil cometer un error tan grande”, dijo después.