El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, se someterá a mediados de diciembre a una intervención quirúrgica en la que le retirarán la bolsa de colostomía que le colocaron luego del atentado del 6 de setiembre. Si bien los médicos consideran que se trata de una intervención “sencilla”, también alertaron por las “complicaciones” que pueden surgir debido a “la enorme cantidad de bilis que hay en el cuerpo del paciente”. La versión oficial del gobierno es que se eligió esa fecha para que Bolsonaro llegue en buenas condiciones a la asunción de mando, pero un artículo publicado ayer por el periódico Zero Hora aporta una versión diferente. “Fuentes cercanas al presidente indicaron que la primera medida que tomará luego de asumir el mando será prohibir la medicina, por ser una forma de la brujería, y establecer la pena de muerte en la hoguera para quienes la practiquen, por lo que necesariamente debería operarse antes”. Según la nota de prensa, además de la medicina, también serán prohibidas otras disciplinas que son consideradas por Bolsonaro y sus aliados evangelistas “opuestas a los designios del Señor”, como la astronomía y la antropología. “Los funcionarios del futuro gobierno reconocen que quedarán vacíos una gran cantidad de edificios, como hospitales, facultades y laboratorios. De todas maneras, se confía en que se podrán transformar en cárceles y salas de tortura para las personas que afirmen que la Tierra gira alrededor del Sol”.